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domingo, 28 de octubre de 2018

El esclavo oligárquico

Muy a menudo la gente dice o poner un cartel en las redes en el que se lee "no hay más tonto, que un pobre de derechas". Y es que realmente sabiendo que no hay derechas ni izquierdas, ni partidos distintos, sino distintos colores para un único partido e interés común, la cosa es muy diferente. Realmente el asunto es que muchos se creen por parentesco o pertenencia al régimen franquista, o bien por fiel servidumbre a un partido cualquiera, que por ello tiene beneficios que otros no tienen. Es igual que los que pertenecen a una secta y se creen que ellos por estar dentro de ella se salvarán del apocalipsis y el resto moriremos con insufribles dolores. Pues no, realmente la oligarquía tiene una jerarquía muy bien organizada, y el resto sobra. Solo son tontos útiles fáciles de quitarse de en medio si dan problemas. Es decir, que les mantienen mientras hagan lo que se les dice, y cuando sobran les mandan a plantar champiñones y listo. Pero se aferran estos oligárquicos esclavos a la idea de que su secta oligárquica les va a salvar, y se sorprende cuando alguien que pensaban poderoso cae como la reina en una partida en el ajedrez. No se dan cuenta que se vestía de reina, se creía la reina, aparentaba serlo, pero no llega ni a peón. Lo que ocurre que los dirigentes reales del sistema oligárquico, conscientes que no pueden hundir a todos sus esclavos ya inútiles de golpe, lo hacen poco a poco, como el veneno suave, que te mata sin enterarte pero  te mata igual. Salen casos de corrupción, donde se intentan proteger entre esclavos para que no se caiga todo el sistema de golpe, poner penas menores, multas ridículas, etc. Que lo único que sirve es para cabrear más al ciudadano, y que este sepa aun mejor como se organiza todo. Y no para el propósito que ellos creen de maltrato psicológico y control mental, la ley del miedo para "estate quieto y no te menees que te caes del barco". Porque el barco no lo manejan los esclavos oligárquicos aunque ellos ignorantes creen que sí. Solo reman como esclavos que son, pero no tienen el timón, ni siquiera salen a cubierta nunca ni conocen la luz del sol, salvo la que entra por la pequeña ventana del remo que soportan. Así que no tienen ni idea a donde van, ni porque, pero se creen que lo saben todo, y eso les convierte en unos imbéciles que solo saben hacer una cosa, molestar. Se dedican a maltratar al resto, a imponerse, abusar de un poder que creen que tienen, a robar al que pueden, y demás cosas innobles propias solo de ellos porque ni los animales se roban la comida, la comparten.
Solo nos queda aguantar sus estupideces un ratito más, como cuando ves al niño tonto haciendo tonterías, esperando que pare ya de una vez, porque de tanto oírle gritar te duele la cabeza. Mientras, lo único y positivo que podemos hacer, es hacer constar a ellos y al resto, que nosotros, la mayoría, no queremos ser esclavos, no somo sadomasoquistas y vamos a proteger los derechos que nuestros antepasados dieron la vida por conseguir, y es más, vamos a lograr los que ellos solo pudieron soñar.

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