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domingo, 26 de marzo de 2017

Funcionarios vagos

En esta ocasión voy a contar una anécdota que me pasó hace exactamente dos días. Y que creo que es el reflejo de un gravísimo problema en España, y por eso quiero que quede aquí escrito.
Yo trabajo para una asociación desde hace muchos muchos años, no cobro sueldo alguno, nunca lo he cobrado, porque creo que el trabajo que hago es tan necesario para el pueblo donde vivo, que aunque me dé muchos problemas este trabajo, y además un trabajo no remunerado, no saco nada material de él, pero sin embargo es necesario que lo haga y mi deber moral me obliga a seguir haciéndolo.
Pues no sé muy bien la razón pero normalmente el ayuntamiento colaboraba con las asociaciones, movemos a la ciudadanía, hacemos lo que el ayuntamiento no sabe ni quiere hacer, no cobramos y encima como hacemos algo social por el bien del pueblo, pues este recompensa a un ayuntamiento que solo brindaba un poco de apoyo a las asociaciones como la mía, pues con los votos a los Alcaldes correspondientes. Así que una buena forma de hacer campaña electoral constante en hacerse una foto con las asociaciones, y los Alcaldes de mi pueblo son especialistas en eso.
Pero por algún motivo desde que empezó el 2017 y siguiendo con una dinámica que creo recordar dura 4 años. El ayuntamiento y los órganos que apoyan a las asociaciones no solo no las apoyan sino que las ponen impedimentos uno tras otro. Nuestra asociación nunca lo ha tenido fácil porque somos apolíticos, somo queremos ayudar al prójimo, así que siempre nos ha cosntado todo demasiado, mucho más que a otras asociaciones, pero eso nos da igua seguimos luchando porque tenemos muy claro que lo que hacemos es bueno para la gente, y eso nos da fuerzas.
Empezó el año mandándonos uno de los organismos que trabaja para el ayuntamiento, una documentación que teníamos que rellenar y que tenía SOLO una o dos semanas para entregarla en el registro. No es que seamos mil personas, pero a nosotros nos gusta hablar las cosas entre nosotros y luego hacerlas, y el ritmo de vida que llevamos todos no es para dar 15 días de plazo para entregar nada, y menos a una asociación. El caso, como tampoco aclaraban bien cuando se acababa el pazo, pues se nos pasó por un día, y nos quitan un montón de cosas. Un despacho, que pagamos 60€ al año, que compartimos con otra asociación, y que tenemos en un edificio público que está destinado solo a dar servicio a las asociaciones, ese, ya nos han dicho que lo desalojemos. Una jaula, que es un trozo dentro de un garaje con goteras y con un suelo de cemento, y que sirve para guardar apilado los recuerdos de las actividades que hemos hecho, y demás historias que se tienen ahí porque es de la asociación y se pueden necesitar para otra cosa. Y un trozo también, que esta en el salón de actos, en una habitación pequeña que da al escenario, y donde guardábamos algo de atrezzo y de ropa de teatro. Pues todo eso lo tenemos que sacar, que es son dos furgonetas, y llevarlo a donde nos salga de ahí que no nos van a pagar ni buscar otro sitio. Después del estrés que esto supone para la asociación y los socios, se solicita entregar la documentación, pero es que nos habíamos pasado un día del plazo. El caso es que moviendo Roma con Santiago, preguntando a todo el preguntable del ayuntamiento y la casa de las asociaciones, nos han dicho que no, que por un día tarde que no nos cogen la documentación y ya. Queda demostrado el servicio público de los funcionarios al pueblo, 0. Sin embargo, ahí no queda la cosa, hace 15 días nos reclaman los datos de la asociación, número de registro, junta directiva actualizada Todo así de imprevisto, con 15 días para hacelo y entregarlo en el registro. Viendo todos que eran capaces de quitarnos hasta la asociación si no lo entregábamos en el plazo que acaba mañana, pues movimos cielo y tierra para organizarnos reunirnos, hacer la documentación y entregarla en el registro. Todo esto es un caos, porque la vida no está para hacer las cosas así. Pero el caso, es que hace dos días voy al registro a entregar esto, sabiendo que no lo entregaba porque necesitara la documentación el ayuntamiento, porque se la entregamos hace 3 meses y se suele pedir una vez al año. El caso, me acerco al registro, cojo numerito, me toca, voy a ver a la funcionaria a su mesa, la doy las buenos días y la entrego la documentación. Y lo increíble fue como reaccionó la funcionaria , personas pagada por los ciudadanos para que les sirva como administradora. Me pregunta la señora "esto a dónde va". Y yo la dije "no lo sé, a mi me los han pedido me han dicho que lo entregue aquí y aquí lo entrego". Bueno, pues estuvo intentando 30min convencerme de que era MI responsabilidad saber donde iba a parar en el ayuntamiento ese documento, es decir que yo la tenía que decir lo que tenía que hacer en su trabajo porque ella no lo sabía. Y me amenazaba con que el documento se iba a perder porque YO, no sabía a donde debía ir. A todo esto, el documento que entrego tiene hasta el membrete del ayuntamiento, es un documento relleno, con una plantilla oficial, es decir, es muy estándar, llevamos con el mismo papel por lo menos 7 años, lo tienen que conocer una funcionaria que trabaja en el registro, y más habiendo más de 200 asociaciones en todo Alcobendas que presentan un documento igual, año tras año. El caso, yo ni me senté, ni la contesté, solo la pedí que me hiciera una fotocopia del documento con la sella del registro para tener constancia de su entrega. Y hasta levantarse para hacer la fotocopia, parecía que la molestaba, iba todo despacio como si la fotocopiadora estuviese ha dos días de camino, cuando está a 1.5 metros de su silla. Sorprendente, pero es que a mi, me ha pasado, que una funcionaria de ese registro, me ha dado el papel, y me ha dicho que me haga yo la fotocopia. Sí, me han hecho hacer su trabajo, por el que cobra todos lo meses. Trabajo por el que a saber como llego, y que es fijo, es decir, no se la puede echar a la calle, porque lo tiene en propiedad, es como si la hubiésemos regalado los Españoles una mansión para su disfrute como a ella le diera la real gana, y encima te dice que vayas tu a limpiarla que a ella no la apetece.
Pues aquí dejo, una de tantas historia de funcionarios vagos, que son el 90% en España de los "trabajadores" contratados por el estado.

jueves, 16 de marzo de 2017

El parón del escritor

¿Por qué no escribo?. Es algo que yo también me pregunto, y quizá no hay una sola respuesta para justificar porque he dejado de escribir en este blog. Puede que esté buscando respuestas a las preguntas que me planteo y que surgen una y otra vez en estas letras que aquí escribo. Pero puede ser también que actualmente esté navegando para encontrar algo, aunque ni siquiera sé que es lo que quiero encontrar.
Naturalmente se me ocurren temas de los que escribir, y sigo teniendo el ímpetu de la escritura, pero hasta hoy y desde hace casi un mes, algo ha cambiado en mí que hace que no termine de decidir que tema tratar y como abordarlo.
Creo que de alguna forma, una persona como yo que pasa a la acción sin saber muy bien que reacción van a tener sus actos, ha comenzado a tener un rol distinto. De alguna forma, ahora me he convertido en observadora y no tanto en actriz. Puede ser, que como se dice vulgarmente "me huela algo", y en esta ocasión prefiero observar a ver como suceden los acontecimientos, antes de que los acontecimientos me destruyan a mi.
Durante el terrible 2016 he sufrido demasiado como para madurar como persona en demasiadas cosas, y quizá aunque no ha cambiado para nada mi forma de ser, si ha cambiado de forma radical mi forma de enfrentarme a los problemas.
Todos queremos ser duros como el hormigón y que nada nos afecte, queremos tener un eslogan que diga "es tu problema", pensando que un problema es como una pelota, que mientras tu la tengas en las manos, es cosa tuya. Pero como la mayoría de los juegos de pelota, no hay juego si esta no se pasa de una mano a otra. Por tanto, es absurdo pensar que los problemas ajenos no nos afectan directa o indirectamente.
Estamos en lo que podríamos llamar la cultura del desapego, pensamos que comportándonos como psicópatas, sin serlo, nos protegemos de algo. Y estamos muy equivocados si pensamos así. Sin embargo, durante años he sufrido demasiado al darme cuenta de que muchas personas como yo, no tienen ninguna intención de cultivar el desapego, es más, quieren apegarse a las personas cada día más y con más fuerza, y desapegarse más de las cosas que parecen querer controlarnos a todos. Pero cuantos sientes apego, sientes dolor, sientes empatía, siente amor, rabia, todo. Y sentir, no está de moda precisamente. Hoy se lleva el rollo, no sentir, ser máquina, ser robot.
El lector, si ha leído algunas de las cosas que he escrito en este blog, sabe de sobra mi implicación en el mundo actual, mi humanidad. Pero de un tiempo a esta parte, mi humanidad se ha vuelto más práctica. En vez de vociferar a gritos para pedir la libertad, la paz y el amor, he decido vivir yo así. Y no sé si va a funcionar o no, pero en vez de hacer lo que hacía Jesus de salir a predicar, para luego recibir pedradas el pobre hombre. Yo he cambiado a otra filosofía, y es la de "yo voy a ser feliz, aunque tú no quieras que lo sea". Y ese tú puede ser desde la vecina envidiosa, hasta el político corrupto. Me da igual los casos de corrupción y demás cosas horribles que nos torturan a diario y que sirven para reírse de nosotros porque no solo no van a cambiar sino que van a empeorar. Yo he pasado a la acción de la observación. Así que estoy agazapada viendo desde un seto como se mueven los conejos. Sabiendo que antes yo era conejo, y otros eran zorros, ahora yo soy la zorra y otros los conejos.
Animo al lector a que medite un cambio de actitud, y pase de ser presa a depredador. Es algo que requiere silencio, paciencia, calma y observación. Y quizá no consiga atrapar a su presa, pero lo más seguro es que deje de serla usted.