Yo ya no soporto más casos de corrupción en mi país, no lo soporto ni física ni psicológicamente. Cada vez que oigo hablar sobre como empresarios y políticos gastaban el dinero de todos los españoles, en prostitutas, drogas y demás caprichos inútiles, tengo ardor de estomago y sudores fríos. La indignación da paso a la enfermedad.
Yo no soy un persona corrupta ni corropible, no lo soy, y creo que no podría serlo nunca, no estoy capacitada psicológicamente para quitarle a alguien lo que es suyo, y mucho menos robar a personas que lo único que piensan día tras día es en trabajar para intentar ser felices, aunque lo que consiguen es sobrevivir a duras penas.
Ninguna de las personas que me rodean, son corruptas. Lo que no quiere decir, que no conozca a personas corruptas y fácilmente corropibles. Pero no puedo aceptar a nadie, que no sea como yo eticamente, y por simple afinidad, termino rechazando de forma intolerante, a este tipo de personas. Es cierto que nadie lleva un cartel de honrado o de corrupto en la cara, pero cuando una persona como yo, lleva tantos años en una sociedad como la mía, sabes distinguir que amistades no te convienen. Aunque por regla general, todas estar personas, para mi detestables, tienen varias cosas en común, como son; utilizar a todo el que le rodea de forma sistemática, tener amistades que puedan beneficiarle a corto plazo, amistades rentables económicamente, ya sea por enchufismo, información privilegiada o trato de favor...Y por último, y no menos importante, son personas que nunca hacen nada a cambio de nada. No le preguntes a ninguno de estos sinvergüenzas la hora, que lo mismo te dicen que le debes un favor. Son algo realmente impresionante, pero de lo desagradable que pueden llegar a ser.
Por eso, durante estos años en los que me siento tiroteada, por un problema social y económico en el que yo, no he tenido nada que ver, pues soy honrada y trabajadora. Me siento víctima de la desverguenza ajena. No solo porque nos roban, si no por que además de que no les hacen nada de nada, además de que tienen la desfachatez de salir todo el tiempo diciendo que son inocentes, riéndose en nuestra cara y llevándose nuestro dinero. Además de eso, nos enferman como sociedad, y nos dejan a todos como una mierda de pueblo, y una mierda de país donde nadie salvo un ladrón querría vivir.
Y me niego en rotundo, a que España sea el país de los ladrones, por culpa de un montón de escoria.
Solo espero que toda la porquería que ha destruido al país, que ha aniquilado al pueblo de forma más efectiva que ninguna peste que jamás pueda existir. Solo espero, que desaparezcan para nunca jamás volver a aparecer, que sean expulsados de este país. Aunque dudo que les acepten en ningún otro. Y que nos dejen vivir en paz, y con nuestro dinero, que no se lo lleven, pensando que una vez robado, que me quiten lo bailado.
Solo espero que valga la pena lo que hemos sufrido los pueblos, bajo los sucesivos gobiernos españoles durante estos últimos cientos de años, para no tener que sufrir nunca más.
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