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domingo, 16 de noviembre de 2014

El fin de la dictadura

Después de la dictadura del general Franco, España tubo algo que se llamo "la transición". Un pacto entre la oligarquía que dominaba el país en ese momento, y que consistía en impedir que hubiese una segunda guerra civil, que debilitase aún más la débil economía española. Había que lanzar la economía, y ganar dinero como fuera, y la única forma de hacerlo, la única forma de abrir el mercado español, al goloso mercado internacional, era la democracia.
Pero en España nunca se han juzgado a los asesinos de la dictadura, y nunca se han devuelto las tierras expropiadas, ni el dinero o pertenencias de las que se adueño el régimen dictatorial por la fuerza. Nunca ha habido ni una sola idealización a personas que no perteneciendo a ninguna milicia ni a ningún ejercito y han sido víctimas inocentes del franquismo. No habido ninguna indemnización a nadie, que no haya pertenecido al propio régimen.
En la dictadura de Franco, el hecho de que alguien te acusara de rojo (aunque no tuvieras nada que ver con la política) era suficiente como para ir a la cárcel para toda la vida y realizar trabajos forzados, o simplemente una muerte espantosa. Con la transición, parece que de la noche a la mañana, se nos puso a todos una venda en los ojos, y a otra cosa mariposa.
Los asesinos, los criminales, los ladrones y delincuentes de la dictadura franquista, han seguido y siguen con empresas prósperas, y como altos cargos el la administración pública española. Empresas que han salido a delante gracias al asesinato de personas inocentes. Puestos de trabajo, colocados a dedo, para el espionaje y control de todos los ciudadanos. Todos somos posibles "rojos", que realmente quiere decir, que todos podemos ponernos en contra del sistema. Y si estamos en contra de él, somos enemigos de los amigos del régimen. Los "rojos" somos enemigos de los asesinos de franco y de todo su séquito de delincuentes y criminales.
Sin duda alguna, y sin necesidad de investigar uno por uno, los casos de corrupción que están saliendo en la actualidad. Me apostaría que más del 90% de las personas acusadas de corrupción, tienen algo que ver, directa o indirectamente con el régimen del general Franco. Personas colocadas a dedo, sin apenas cualificación para ocupar su cargo, y que han servido de espías del resto, a cambio de dinero fácil, que por supuesto, no se declara a hacienda, ni se deja en un banco español.
Cuando dentro de unos años, podamos decir que hay libertad en España, y que hay democracia. Cuando podamos decir que ha llegado el fin de la dictadura. Los millones de familiares de inocentes muertos a manos de asesinos, familiares vapuleados, ninguneados, esclavizados, ridiculizados, humillados y espiados, podremos decir que vivimos en una democracia.
Entonces la España invertebrada, la España dividida, dejará de existir.
No basta con acabar con la corrupción, no basta con acabar con la oligarquía. Hay que limpiar de asesinos el país, y hay que hacer justicia de verdad.
Los patriotas, no asesinan a su propia gente.

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