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jueves, 7 de julio de 2016

Asesinos con cátedra

Muchas personas no conocen que la mayor pandemia que ha existido jamás, muy superior al síndrome de "las vacas locas" o encefalopatía espongiforme, la gripe aviar, o cualquier otro que nos venga a la cabeza, ocurrió en España con lo denominado "síndrome tóxico". Pero lo que aun menos gente puede ni siquiera imaginar, es que detrás de la muerte de cientos de personas, detrás una enfermedad que ha dejado secuelas físicas de por vida, cuando podía haberse curado sin ningún problema en apenas unos días. Detrás de toda esta vergüenza y sin razón, están los eminentes doctores con grandiosos sueldos que han ocupado puestos de gran relevancia en los principales hospitales públicos del país, y grandes catedráticos que al igual que los anteriores tienen grandes sueldos, y tienen una plaza jugosa en grandes universidades públicas. Es decir, que en España se ha premiado con gran alegría y esmero el asesinato de inocentes.
La mayoría de esos asesinos, que en teoría no tienen más ideología política que la de su propio bolsillo, siguen ocupando los cargos que les dieron en su momento como pago de su silencio y de sus mentiras. Son los grandes químicos y médicos que firmaron documentación falsa donde se decía que las personas afectadas por el síndrome tóxico, lo estaban de algo que era imposible que les hubiera afectado. Firmaron y confirmaron análisis falsos, y persiguieron y atacaron a aquellos que defendían los análisis más acertados, y los diagnósticos que se adecuaban a la realidad.
Los que defendieron la verdad y a los enfermos, terminaron en la calle, desprestigiados y apartados de la ciencia. Los que mintieron han sido premiados todos estos años y disfrutan de la impunidad en su oficio, con privilegios muy por encima de lo que sus trabajos científicos y profesionales les han dado nunca. Estoy hablando de que los inútiles se vendieron barato, y destruyeron la carrera profesional de sus compañeros, que eran los que realmente hacían bien su trabajo.
Y durante todos estos años, estos asesinos han desprestigiado las universidades públicas con su sola presencia, ya que su incapacidad para hacer cualquier cosa es evidente y avergüenza a cualquiera. Si lo que está pensando ahora mismo es si se han dedicado a la malversación de fondos públicos, al uso indebido de estos, al tráfico de influencias, y muchas otras lindeces más, no lo dude, sigue siendo así, porque no se puede esperar nada bueno de unos psicópatas asesinos, y nada bueno han aportado ni aportan a pesar del alto precio que estamos pagando por ellos.

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