Anteriormente escribí en este blog la irrupción en mi vida del número 11 y las constantes e inquietantes apariciones de esa cifra en los relojes de forma tan tenaz como inexplicable, dando posteriormente lugar a la repetición de todas las demás; 12:12, 13:13...
Durante años a intervalos esta repetición de números me molestaba a la vez que sentía que algo se escondía detrás de este suceso, algo que desde luego no tenía naturaleza lógica ninguna. No encontré explicación satisfactoria por ninguna parte, pero escuchando el podcast "Al filo de la realidad" de Gustavo Fernández, no puedo estar más de acuerdo con él, en el sentido de que lo que no es, o no son. Porque como él correctamente indica y explica, este suceso no puede tener que ver con una fecha en el calendario, simplemente por la razón de que el calendario es algo establecido por consenso, pero que ni siquiera se comparte en todas las culturas y países del planeta. Por no decir, que no corresponde con el calendario solar, ni mucho menos.
Para mí el secreto que se encuentra tras la cifra 11:11 está ya desvelado, pero no puedo darla aquí, y no porque no pueda, a pesar de que el lector pueda estar de acuerdo o no con mi conclusión, sino porque cuando muchos se dieron cuenta de este suceso en sus vidas, buscaron respuestas, y se las dieron no solo de forma equivocada, sino interesada.
Desde el 2011, muchos grupos se reúnen para hacer meditación los días 11 de noviembre de cada año, al igual que de forma curiosa, también se reúnen todos los 11 de cada mes en la montaña de Monserrat para ver ovnis en Barcelona. Pero sigue sin ser una fecha, aunque el hecho de que mucha gente se reúna de forma ceremonial para un fin, sea el que sea, ya tiene un tinte mágico que es innegable. Cualquiera puede haber ido a un concierto de música, o a un espectáculo el que sea, donde se reúnan de forma relajada y entusiasmada un par de cientos de personas, y sabrá perfectamente a lo que me refiero.
Sin embargo, el problema que cito Gustavo y para mí dio en el clavo totalmente, es que cuando muchas personas se reúnen se crean energías, y estas pueden ser manipuladas si la persona que las congrega sabe como hacerlo. Puede hacer que esas energías hagan felices a los presentes, y creen un clima de amor y paz, o todo lo contrario.
Hay un ejemplo relevante en la historia del rock, que es el famoso concierto de "The Doors", en el que cuentan que el público comenzó a desnudarse y el cantante sacó su miembro viril en presencia de los espectadores, que luego relataron que era como una serpiente. Se puede decir, que el efecto de drogas como el LSD hicieron que las alucinaciones y la conducta desinhibida se facilitara sin problemas. Pero nos olvidamos que sí, eran personas, cientos de personas, escuchando una música tan hipnótica como las de "The Doors" bajo el efecto de drogas alucinógenas. Vamos, que era como un ritual chamánico con un potencial desconocido. Y quizá eso, que muchos conocen pero la mayoría de nosotros no sabemos como se usa ni con qué motivos, es la razón de que ciertas cosas nada normales y sorprendentes se den actualmente.
Lamentablemente no puedo añadir nada más, solo que es algo en lo que hay que seguir investigando, porque quizá sirva de mucho entender la clave 11 para comprender algunos de los misterios que nos sorprenden del mundo que nos rodea.
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