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miércoles, 14 de noviembre de 2018

Asesinos por la cara

Esta vez, con poner el enlace a la noticia, y citar un trozo de la misma, está dicho todo.


Cita:

La estrategia se centra en cuatro patas: proteger a la ciudadanía, proporcionar información veraz y asegurar que estas terapias y métodos no llegan a hospitales ni a centros universitarios y evitar su promoción. «No se va a poder decir ni publicitar que algo cura el cáncer. Se podrá decir que hace el pino o la voltereta, pero no que cura», puso como ejemplo Carcedo.



Fuente: 



No hace falta recordar al lector, que la mayoría de los tratamientos médicos no pueden asegurar NUNCA la curación o mejoría del paciente. Que muchos de los fármacos y tratamientos contra enfermedades contra el cáncer no solo no curan, sino que empeoran la enfermedad hasta poder causar la muerte, no por la enfermedad sino por el tratamiento. El derecho del paciente a elegir su tratamiento no puede ser censurado ni perseguido por gobierno alguno, porque entonces ya no estamos en un estado democrático de libre derecho y elección. Estamos en una dictadura financiada por las empresas farmacéuticas. Y yo me pregunto ¿puede Europa permitir algo así en un estado de la Unión y seguir callando?. 



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