¿Cómo se puede hacer un mundo mejor?¿Cómo podemos mejorar nuestras vidas y las vidas de los que nos rodean?¿Cómo podemos ser felices?
Siempre se ha dicho que la felicidad no cuesta dinero, y que una sonrisa puede cambiar en segundos tu estado de humor y el de los que tienes a tu alrededor. Y es muy cierto. Hay profesiones realmente maravillosas, que muchos desprecian. Como son los humoristas o los magos. Estos artistas pueden hacer que cambiemos radicalmente nuestra mentalidad en segundos, pasando del llanto a la ilusión y la alegría.
Pero no hace falta aprender trucos de magia para ser feliz, solo hay que estar atento, y arrimar el hombro.
Lo primero es convivir. No hay que criticar al vecino, hay que preguntarle qué tal está. No hay que envidiar al triunfador, hay que aprender de él y de su dedicación y esfuerzo (si es honrado, claro, que los hay, y muchos). No hay que mirar hacia otro lado cuando vemos un pobre pidiendo, hay que darle la mano y decirle, ¿te puedo ayudar en algo?. No hay que desconfiar sistemáticamente de las personas, la mayoría son buenas gentes que solo luchan por sobrevivir como hacemos todos. No hay que tirar las cosas que nos molestan, hay que regalarlas a alguien que las necesiten. Hasta la materia orgánica da vida a una hermosa planta. Y todo aquello que te pase por la cabeza, que haría el mundo más hermoso, siendo todos felices en una convivencia global. Hay de todo para todos, no hay que repartir más a unos para otros no tengan nada.
Y lo segundo es compartir tu energía. Transformando todo lo que tenemos que nos da vida en energía positiva (sonrisas, ilusiones, buenas noticias, iniciativas, creatividad, imaginación...) , y compartiéndola con los demás. Si tiramos todos del carro, este por muy pesado que sea, se sentirá ligero, y andará suave por el barrizal. Así que.. tiremos todos con fuerza.
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