Cobrar sin trabajar

En España la mayoría teníamos asumido; no hay más que ver las noticias, que existen cientos de políticos que hacen de todo menos política, pero eso si, reciben sueldos impresionantes por ocupar cargos públicos. La situación actual de sanidad pública frente a privada, a dejado muy claro que no solo en política hay grandes sueldos para ineptos poco dados al trabajo.
No es cuestión de falta de titulación, no es una cuestión de preparación, lo que realmente ocurre en la administración española, es que si cobras una pasta sin mover un dedo, para qué mover lo. Si las cosas funcionan en este país es porque uno de cada 100 funcionarios y contratados en la administración, trabaja muy muy duro, para tapar la ineptitud del resto. Pero está claro que los puestos directivos, no suelen ser para los mejores, y con este escándalo del ébola, ya todas las cartas, o casi todas, se están poniendo sobre la mesa.
Se está empezando a denunciar, muy claramente, las amenazas, las coacciones, y demás tratos vejatorios, que sufren día a día, personas que lo único que quieren hacer es cumplir con su obligación cuando van a trabajar. Ignoro si en algún país del mundo, despidan a alguien por cumplir con su trabajo, o por hacer lo que pone en su contrato, o simplemente, por tener algo de ética profesional. Pero esto, es España es la tónica general.
Hoy personal muy diverso, dentro del hospital Carlos III de Madrid, está enfrentándose a una enfermedad mortal, solo con su propio criterio, y con sus propias capacidades. Les han dejado a su suerte, ya que todo el dinero que los ciudadanos damos para que el bienestar de todos, se esta ingresando en las cuentas privadas de unos pocos.
Si el ébola, no se convierte en una pandemia, no será gracias ni al gobierno español, ni a los propios responsables de la sanidad madrileña. Será gracias a que todos estamos aprendiendo a como actuar frente a lo desconocido, a como protegernos a nosotros mismos, y a los que nos rodean. Somos los ciudadanos, los que pararemos esto, pero será el gobierno el que considere que ha puesto medidas, cuando lo que ha hecho es jugar con nuestras vidas.