Hoy en día existe un tipo de persona que antes no existía, personas que su naturaleza, su fondo es bueno y honesto pero su comportamiento se vuelve detestable, dominante y cruel.
Son personas que está frustradas porque no consiguen lo que quieren y culpan a otras de su infelicidad. Nunca están a gusto con nada, y sus necesidades, según creen ellos, aunque en realidad no es para nada así, se cubren a base de dinero. Piden y piden sin parar constantes atenciones, no se cansan de pedir una atención absoluta. Y cuando no las tienen, reaccionan violentamente. Necesitan cosas muy banales, como puede ser objetos, viajes, intereses comunes, sexo, etc. Obligan a los que los quieren a ser sus esclavos, y siempre intentan que hagan lo que quieren por obligación moral, cuando no responden en absoluto con la misma moneda, han perdido toda conciencia de que es amar o expresar cariño, y en la nebulosa de su mente piensan que el amor es solo el reflejo de la posesión, o bien de una persona o bien de lo que esta posee.
Es muy triste ver como una persona sana y buena se convierte en un verdadero monstruo que llega al punto de intentar, e incluso muchas veces lo logran, destruir a las personas que les quieren, solo porque les consideran un obstáculo en el momento en que no cumplen sus expectativas y ambiciones.
Antiguamente estaba el caso muy conocido y estudiado de la "viuda negra", la mujer que se casa con un hombre por dinero y cuando se cansa de él le mata y va a por otra víctima. Ahora ese comportamiento agresivo, posesivo y brutal está tan extendido entre las personas que consideramos normales, que pasa desapercibido. Solo las personas que conviven con ellas saben lo que es sufrir querer a una persona así.
La realidad, es que no se conforman con nada, y cada vez van pidiendo y pidiendo más y más. Consiguen aislar a las personas más próximas, para que solo centren sus atenciones en ellas y someterlas a sus deseos materialistas. A veces pensamos erróneamente que el materialismo se sacia con el dinero, pero no es así. También es la posición social. Así que este tipo de persona va a necesitar a su lado una persona de prestigio social, prestigio que el verdugo no posee y que busca desesperadamente completar con otras. Es lo que se llama ahora "contactos", pero que tu "contacto " sea tu pareja o un familiar, a veces es enfermizo hasta la extenuación del "contacto". Por otro lado, la posición social, no es solo una bonita casa, un buen coche, un puesto relevante en el trabajo, no, para nada, la ambición, de estas nuevas y nuevos "viudas negras" y "viudos negros", no se van a limitar a eso. La sociedad reclama más cosas, cada vez más cosas, y ellos las quieren todas. Le pedirán a su pareja formar una familia ejemplar, con matrimonio e hijos de por medio. Esto que a priori resulta normal, es un desastre absoluto, el matrimonio se convierte en un infierno y los hijos terminan con tratamiento psicológico desde la infancia.
A pesar de tenerlo todo, y de poder ser feliz, no pueden serlo, siguen frustrados. Y cuando son contradecidos o sus deseos no son cumplidos, pueden convertirse en agresivos. Como afecta a ambos sexos, podemos decir, que es una mujer que pega a su marido cuando este no la satisface en sus ambiciones, o un marido que pega a su mujer por idénticas razones. Pero no me refiero a que esto solo pase en el seno conyugal, sino que pasa en cualquier parte. Pueden ser una pareja de novios en apariencia bien avenida, o una relación entre familiares. Pero siempre hay una víctima, que no sabe que es víctima y un verdugo, que es muy consciente que lo es, y disfruta enormemente en su posición de poder. Es una manera que usa el débil para demostrar al fuerte que puede con él, o con ella. Es como si en su mente pensaran, "¿crees que eres mejor que yo porque tienes éxito en la vida?, pues tu éxito lo voy a devorar yo, lo voy a disfrutar yo, y al final desearas no haberlo tenido". ¿Qué hay más insano que envidiar a alguien que te quiere?. ¿Qué hay más enfermizo que en vez de alegrarse con el éxito ajeno, pensar en como aprovecharse de él?.
En el peor de los casos, cuando una persona, se relaciona con otras así de una forma u otra se contagia de la enfermedad. Esto puede ser debido a que antes la presión social, era debida a cuatro cotillas de barrio y unos padres irresponsables que quería que sus hijos fueran la envidia del mundo, convirtiéndose así mismos en maltratadores psicológicos sin saberlo, ya que pueden en vez de apoyar a sus hijos, torturarlos cuando fracasan, o no consiguen las expectativas de sus padres. Ahora, tenemos las redes sociales, y tenemos que tener una vida ejemplar de cara al planeta entero, eso a muchos le genera tal frustración, que su personalidad se transforma, y de una forma enfermiza.
Las redes sociales, son una herramienta, pero nada más. Cuando ponemos una fotografía en ellas, es para comunicarnos entre nosotros, no para vernos como si saliéramos en una revista de cotilleo. Otra vez se repite la misma historia tantas veces mencionada en este blog, comenzamos a vivir en un mundo de fantasía, nos olvidamos de la realidad, vivimos en una falsa felicidad y cuando nos queremos dar cuenta, es demasiado tarde, puede que ya no haya vuelta atrás, y nos hayamos autodestruido de forma irreparable.
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