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domingo, 15 de enero de 2017

Los controladores

Hay un tipo de persona, que siempre me ha sorprendido su existencia, y que son sorprendentemente así de nacimiento, aunque algunos adquieren ese vicio por tener la compañía constante e insana de controladores, lo cual no es nada recomendable.
No puedo escribir que una persona controladora, sea el fruto de la sociedad, de la cultura, de la familia, etc. Porque es totalmente falso. Es falso, porque desde que tengo uso de razón conozco personas que intentan controlar a otras.
Recuerdo cuando llegué a primero de EGB, como de costumbre y me habían educado para ello, intenté llevarme bien con todo el mundo, y hacerme amiga de todos mis compañeros, sin excepción. Pero sorprendentemente, al poco de irme con unas niñas, muy aburridas, porque al principio es muy divertido eso de criar gusanos de seda, pero cuando se pasa la época y te pasas todo el recreo hablando de gusanos de seda, aunque estos ya hace meses que han pasado a otro plano existencial, pues no se.. aburre, o a mi me aburría soberanamente. El caso, es que eran tres niñas, un par de gemelas y otra niña rubita, y un día, no se bien porque, me empezaron a regañar las gemelas, porque me hablaba con otras personas que no eran ellas. A lo cual, yo me quedé ya atónita, aunque como entenderá el lector, con esa edad, no era capaz de entender que me estaban controlando la vida. Cuando llegue a casa, lo conté y pedí consejo, y desde entonces es algo que llevo haciendo todo lo que puedo, en la medida de mis posibilidades en cada momento. Mis familiares, me dijeron que nadie podía decirme con quien debía hablarme, o con quien debía irme, o lo que tenía que hacer en mi vida. Me enseñaron, que en mi vida la única que gobierna soy yo, y que una persona me puede dar un consejo, o avisarme de un peligro, pero que nunca nadie debe imponerme jamás hacer nada. Cuando alguien te impone con quien debes hablar, o de qué, de quien tienes que alejarte es de esa persona inmediatamente. Hace poco me recordaron un dicho que es "prohibido, prohibir".
En mi vida, no he tenido la capacidad nunca de prohibirle nada a nadie, supongo que como yo no acepto las prohibiciones tampoco puedo imponerse las a nadie. Pero sí muchas veces, me he visto en situaciones límite donde por mucho que intentara avisar a otra persona que lo que estaba haciendo le iba a perjudicar, o simplemente, avisar que le estaban mintiendo, traicionando, manipulando, etc. Me es muy difícil hacer comprender que no es una imposición sino una aviso. Esto probablemente es porque durante nuestra vida, nos rodean los controladores, y llega un momento en que no sabemos distinguir una manipulación de un consejo. Supongo que es una de esas cosas que se aprende a base de malas experiencias, pero yo tengo unos trucos, que a lo mejor le pueden servir al lector.
Lo primero es que yo le doy una oportunidad a todo el mundo, y eso no quiere decir que no pueda perder esa oportunidad tan pronto se la he dado, sino que el beneficio de la duda, para mi debe ser universal.
Lo segundo es estar muy pendiente de la simpatías falsas. De esas personas que casi no te conocen, o sí, eso da igual. Pero siempre te están diciendo lo que quieres oír cuando quieres oírlo. No te dicen nunca la verdad sino que te manipulan como un títere, y te dicen que tengas cuidado que eres muy inocente y que todo el mundo es malo. Luego, por supuesto, te empiezan a hablar mal de este del otro, y al final te empiezan a prohibir hablar con unos con otros, o simplemente te aíslan de todo el mundo. Después de dejarte solo, te empiezan a maltratar, a insultar, etc. Y no tiene porque ser una pareja, puede ser cualquiera.
Lo tercero, contrastar la información. Yo siempre he sido muy rebelde al control, así que contrasto la información una y otra vez, para ello lo mejor es tener amigos por todas partes, de esta forma nadie aunque quiera puede controlarte. Y cuando es tu pareja la que te quiere controlar, pues no tienes porque mentir, simplemente no hablas del tema. No dices que hablas con este o el otro y se acabó, porque si hablar con una persona no afecta negativamente a la relación, es que no tiene sentido no hablar con esa persona. Es más, eres tu el que pone los límites en tu vida, a mi cuando me han hablado mal de mi pareja, yo era la que escuchaba y decía "mira, esto es verdad, en esto puedes tener razón, pero en esto te equivocas totalmente". Pero escucho, porque todos cometemos errores, y nadie es perfecto, y si alguien nos lo venden o se vende como perfecto, mal, a ese sí que tenemos que hacer varias revisiones.
Como conclusión, es mejor dar el beneficio de la duda a todo el mundo, y no tener prejuicios con nadie, a perder la oportunidad de que una maravillosa persona llene tu vida de color. Porque cada buena persona, aporta unos matices diferentes a nuestra vida, matices irreemplazables. Así que si perdemos la oportunidad de conocerla, la oportunidad de que compartir aunque sea unos minutos de nuestra vida, entonces estamos perdiendo algo bueno, algo que es como cuando diferenciamos entre una comida y un manjar, es indescriptible, pero fácilmente apreciable.




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