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lunes, 6 de abril de 2015

Los que ganaron la guerra

Me gustaría dejar aquí escrito algo para quienes aún piensan que ganaron la guerra civil española que comenzó en 1936 y se supone que acabó en 1939.

En España nadie gano nada con la guerra civil, muy al contrario, perdimos todo lo que teníamos. Teníamos poco, es verdad, pero hasta lo poco que teníamos lo perdimos. Y los que ganaron, que fueron cuatro asesinos cobardes que mataron a pobres gentes que se defendían con palos y piedras, se han dedicado a humillar, a maltratar y manipular a un país entero desde entonces.

Hay muchos que aún se llaman rojos, y otros azules. Marcándose a si mismos como se marca al ganado. Marcándose como se marcaron a los judíos para distinguirlos del resto, y así poderlos exterminar más fácilmente. A los judíos pobres y nada influyentes, claro.

Aún a día de hoy todavía hay millones de personas que viven una mentira sobre la guerra civil, sobre la posguerra, la transición y lo que dicen que es democracia. Se autoengañan para no ver la cruel realidad de un pueblo humillado y utilizado por una panda de asesinos despiadados.

Es difícil reconocer que se a matado a sangre fría a un familiar o a un amigo por nada y para nada. Que se ha violado, robado, torturado y esclavizado a personas inocentes para nada. Y que los pocos y únicos beneficiarios están actualmente en grandes mansiones con grandes propiedades y grandes empresas, haciendo lo mismo que han hecho antes, durante y después de la guerra. Sin que nada ni nadie pueda impedírselo, porque para eso se encargaron de hacer una guerra civil, para que nunca podamos levantar la cabeza ni la mirada del suelo, ni rojos ni azules ni de ningún color que se inventen.

Y hay están los miembros de la secta de la sinrazón, marcando las ideologías y las mentes de los ciudadanos, diciéndoles lo que tienen que hacer y pensar, para ser cada día más esclavos y más imbéciles. Haciéndoles creer que son libres y felices, mientras les van amputando miembros de su cuerpo, con una sonrisa de felicidad en su caras, que les mira y les dice, "esto es por tu propio bien".

¿Cómo podríamos librarnos de esto?¿Cómo podemos ser libres de verdad y alejarnos de este mar de pirañas?. Ojalá yo tuviese la respuesta, pero no es así, solo puedo contemplar en funesto paisaje que se va pintando en un cuadro que cada vez tiene más color rojo sangre y menos verde esperanza.

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