Estamos en una fase de la historia donde el hombre es el centro, principio y fin de todas las cosas.
Hoy nos parece de locos pensar que hubo personas que perdieron la vida por decir que la tierra giraba alrededor del sol, y no al revés. Existía un gran número de creyentes en aquella época, en un gran poder que Dios había dado a los hombres por el cual la tierra era el centro del universo. Ahora está claro, que no solo no somos el planeta alrededor del cual gira nada, salvo la minúscula e inerte luna, que encima gracias a ella y de su influencia sobre el agua, tenemos vida. Pero el caso, es que no somos tan importantes como nos creíamos, y muchos pagaron por la arrogancia de unos pocos poderosos egocentristas. Y no nos hemos librado en absoluto de los egocéntricos, lo que ocurre es que se han modernizado con los años, transformándose en homocentristas.
Los homocentristas son idénticos a los antiguos geocentristas. Intolerables y estúpidos. Pero se les pilla rápido, lo malo es que son difíciles de erradicar como lo es la mala hierba, y al final lo mejor es ignorarlos. ¿Nunca se han preguntado por qué las calles, plazas, hospitales, etc, tienen nombres de personas que no conoce nadie?. Sí, ha sido un homocentrista, que ha pagado un dinero al ayuntamiento de turno, o a alguno de la alcaldía, que ya se sabe como funciona esto, para que aparezca el nombre de alguien que no ha hecho nada por nadie salvo por el mismo, y ahí queda eso, para que todo el mundo lea el nombre de un don nadie. Menos mal que las calles no se suelen mover, pero los sus nombres si.
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