Tu puedes ir a hacer unas gestiones en cualquier edificio, unos sencillos papeles de lo que sea, que en poco y breve tiempo, observando el comportamiento de los allí presentes o ausentes funcionarios, te das cuenta de que la mayoría no está trabajando, o el trabajo que hace no lo hace como debería, en realidad lo que hace es… “lo que le da la gana”. Es decir, que trabajan por hobby o por puro aburrimiento.
No hay nada más difícil que quejarse a un funcionario, e intentar darle a entender que se ha equivocado, y que está haciendo mal, sino, pésimamente, su trabajo. Es como hablar con una computadora mal programada, no entiende los campos y se bloquea. Empieza a decir tonterías, y total, que hace… “lo que le da la gana”, ¿pero rectificar?, ¿hacer su trabajo de forma competente?, no por favor, en algún sitio debe haber una clausula que dice, “soy funcionario, yo no vengo a trabajar, vengo a pasar el rato”.
Así que cuando dicen que hay que echar a la calle a unos 300.000 políticos, se quedan cortos porque en España hay unos 3 millones entre funcionarios y políticos que no sirven absolutamente para nada y que hace… “lo que les da la gana”. Sin contar con todas las subcontratas de amigos y familiares de la oligarquía funcionario-política, que se encarga de contratar a personal no funcionario para hacer lo que el funcionario no hace porque… “no le da la gana”. Yo creo, que cuando vayan a cobrar un mes, no deberían encontrar ni un céntimo en su cuenta, porque nadie les ha pagado el sueldo, simplemente porque al pueblo ya cansado de tanto cara dura, ladrón y sinvergüenza, pues… “no le ha dado la gana”.
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