La verdad es que la crisis, nos muestra lo mejor y lo peor de los seres humanos. En esta ocasión, aunque afecta a ambos sexos, me centraré en el mío, el femenino, que para mi es peor que una vergüenza ver ciertos comportamientos. Yo me pregunto por qué un mujer joven con estudios superiores, es decir, con un título universitario, e incluso con un doctorado acabado. Se dedica a poner como foto suya de presentación, una imagen donde se le ven las tetas en un gran escote. ¿Es que es lo que tiene mejor para vender de ella misma?. Yo he vivido una época donde las mujeres debíamos esconder nuestras curvas para que los hombres en vez de mirarnos las tetas nos miraran a los ojos. Donde teníamos que hacer grandes esfuerzos para que se nos viera como iguales y se nos respetara. No es que a una no le apetezca de vez en cuando vestir luciendo cuerpo y cara, es que hay un momento para cada cosa, y sobre todo si eres una mujer profesional y trabajadora, no puedes ir poniendo la foto de tu culo o tus tetas como portada de ti misma. Porque es una manera de rebajarnos a todas las que luchamos para dar a entender a los cuatro cazurros que no tienen ni dos dedos de frente, que tienen razón y que la mujer solo sirve para tener sexo y desahogarse de esta forma de vez en cuando.
Claro que alguna dirá que tenemos derecho a ponernos como nos de la gana, pero la verdad es que no estamos en una sociedad suficiente evolucionada aun como para ver dos tetas y tomar a esa mujer en serio. Yo veo a un tipo que en la foto de su perfil pone sus pectorales al desnudo bronceaditos y luego resulta que es un eminente doctor de algo, y pienso... "¿en serio?. La cultura de los medios de comunicación y de series y películas sigue con los mismos esteriotipos, y si nosotros le seguimos el juego mal. Nadie dice que no se pueda poner una foto donde una salga guapa, y de hecho me parece algo genial. ¿Pero dos de tetas en primer plano?, ¿es necesario eso para que te contraten?.
Yo seguiré en mis trece aunque sea la última de la tierra en ello, tengo mi físico para mi disfrute y de quien yo quiera, pero no como parte de mi curriculum vitae, pues no se lo pido a nadie, no sé porque me lo tienen que pedir a mi, o porque yo debo aparecer como un mono de feria.
No solo faltamos el respeto al prójimo, ya ni siquiera nos respetamos a nosotros mismos.
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