Las sectas han evolucionado de una forma espeluznante debido a las redes sociales. Si no sabemos nada de sectas, nos imaginamos que las sectas tienen un fondo religioso, cosa que es falsa. Que tienen un número elevado de personas, cosa que tampoco es así. Y que las personas que forman parte de ellas son conscientes de que están siendo absorbidos por algo que les anula la personalidad. Cosa que claramente es falsa.
Las sectas solo tienen una cosa en común, y es el líder. Puede ser un hombre o una mujer. Normalmente es una persona con unos delirios de grandeza fuera de lo común, que llega a considerarse un ídolo a divinizar y seguir. Vamos, que al frente de una secta siempre está un enfermo mental. Lo peores lideres son los que tienen un sentimiento de fracaso enorme, sienten que no ha sido reconocida su maravillosa naturaleza divina y buscan seguidores y esclavos, ingenuos e incautos. Pero los más cercanos al líder suelen ser personas muy peligrosas con carácter psicopático que buscan en el poder que el líder ansia, la posibilidad de disfrutar del juego sádico de la manipulación de otros. Así que si está bien condimentado todo, pues ya tenemos la secta bien, pero que bien montada.
Entre el líder, y psicópatas que le ayudan en su hazaña. Se buscará un motivo para engañar a los incautos. Que desde el principio son considerados como pobres estúpidos a los que manipular y esclavizar a gusto. Muchas sectas, las clásicas, utilizan las religiones clásicas mezcladas con otros inventos para darle ese toque de diferenciación a la religión oficial. Otras, más creativas, buscan nuevos retos, divinidades o gustos. Hay sectas solo sexuales, hay sectas basadas en juegos, sectas políticas, etc. Al gusto del consumidor. Conocidas son de sobra, las de la nueva era, que mezclan todo para no decir nada, y hacer creer al incauto que le están ayudando en algo, cuando solo le sacan la pasta.
Yo he estado en algo parecido a una secta, pero me salí antes de convertirme en acólito. Me di cuenta que no me dejaban pensar con libertad, y que tenía que seguir fielmente las opiniones del líder, sin salirme ni una coma de lo que el consideraba como "la verdad suprema". También, había creado su pequeño ejercito de degenerados, que si te atrevías a opinar diferente se te echaba encima para hacerte volver al redil o eliminarte de la ecuación. No consiguieron nada de mi, salvo la experiencia de estar dentro de una secta.
También me gustaría decir, que las hay muy absurdas, como las que forma una pandilla que te dice como pensar, como vestir, como hablar o como actuar. Las hay en los trabajos, donde si no actúas como debes eres carne de cañón. Pero las más peligrosas no son las que te quitan el dinero, sino las que te anulan tu personalidad y la reemplazan por una nueva. Eso es lo más increíble, y lo hacen de una forma lenta pero precisa. Te dan a entender una apoyo y una ayuda que no encuentras en ninguna parte, te hacen sentir querido, diferente y especial. Respaldado y amado, privilegiado. Y la verdad, es que has caído sin saberlo, en la soledad más absoluta, y has abandonado por completo lo más preciado que tienes, a ti mismo.
Si no sabe si está siendo absorbido por una secta, pruebe esto. Atrévase a dar su opinión sincera, de forma creativa, sin cortarse un pelo y sin seguir la doctrina escrita o no. Si le tiran piedras, hágase un favor, salga corriendo y no vuelva. Porque no eres consciente que te están manipulando, y las personas de tu entorno aunque te lo digan, no las vas a escuchar. Así que lo mejor, es darse cuenta uno mismo de donde se ha metido y hasta que punto lo ha hecho. Hay un momento de no retorno, y antes de que llegue, mejor saber donde se ponen los pies.
Recuerde, las personas que te quieren, te quieren como eres, no te cambian a voluntad.
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