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viernes, 14 de julio de 2017

La familia

Hace muchos, muchos años, en un pequeño país al sur de Europa. Un gran político, muy inteligente y mano derecha de la monarquía, habló con sus compañeros burgueses. Aquellos que pertenecían a las familias nobles, que tenían el poder del país. Familias, que durante cientos de años habían controlado todo. Controlaban la iglesia, controlaban la empresas y por su puesto, el estado.

El pueblo está revuelto, y quiere la libertad. Y si no se la concedemos, nos destruirán. Pero hay una solución muy sencilla. Nos dividiremos en dos bandos, uno azul y otro rojo. Que a las vista de los ciudadanos siempre estén enfrentados. Pero sin embargo, siempre trabajaran unidos por un mismo y único propósito, continuar siempre en el poder. 
Nosotros vamos a decidir todo. Decidiremos cómo deben pensar y en qué. Les daremos la justificación para las revueltas y la guerra, para luego conseguir que pierdan más derechos. Les daremos ventajas sociales para ganar su confianza, y luego les engañaremos para quitárselas por su propia seguridad y bienestar. Controlaremos todo, nuestras familias ocuparán todos los cargos importantes de forma que nadie pueda pensar de una forma diferente a la que nosotros queramos que piensen. Harán lo que nosotros queramos que hagan, cuando nosotros queramos que lo hagan, y de la forma que queramos que lo hagan. 
Nada se opondrá a lo que nosotros hemos decidido con nuestros planes estratégicos de control total del país y de sus ciudadanos. Les daremos cebos, para que salten falsos escándalos que estarán debidamente preparados con el solo propósito de que el ciudadano se sienta más apoyado por un falsa libertad inexistente. Además, les volveremos siempre en contra a los unos de los otros, para que nunca puedan unirse contra nosotros, sino que se maten entre ellos. 

Este discurso, que no se va a encontrar en ninguna parte, ni en ningún libro, es un ejemplo de la doctrina que se sigue en este país, y que no se cambia a no ser para cortar más la libertad del ciudadano con alguna macabra nueva idea
El ritmo ha cambiado, la forma de inculcarnos su disciplina militar de obediencia ciega, no.
Qué mejor manera de ganar siempre la partida, si las cartas con las que se juegan están marcadas. Siempre les toca las mejores a los miembros de la "familia", mientras que al pueblo solo le pueden tocar las mas bajas. Ni siquiera los esbirros de la "familia", consiguen nada más que unas pocas migajas que se les retira con el tiempo, dejando les en la más absoluta ruina.
Nos hacen creer que no tenemos futuro, que no hay salida, que su plan es tan bueno, y están tan bien organizados que es imposible vencerles, pero eso no es cierto. Ellos saben que son débiles, muy débiles, cada minuto que pasa lo son más. Su debilidad es su afán de control y poder, lo que hace que la "familia" nunca esté unida, sino que está rota desde el principio. Sin embargo, nos dan una visión de unión y fuerza totalmente falsa. Son tan corruptos, tan fáciles de comprar, que venderían hasta a su madre por unos céntimos, por tanto no tienen cohesión, ni la han tenido nunca. Si uno de los miembros de la "familia", siente una ligera amenaza en su patrimonio o en su estilo burgués de alta sociedad, cantarán como una cotorra. Son débiles, débiles e inútiles. Dejaron de pensar hace muchos años, ya que solo siguen las estrategias y los pensamientos que les inculcaron con ordenes y pautas muy claras en escritos de siglos pasados. Por eso sus días están contados, y debemos aprovechar la circunstancia para aniquilar al dragón antes de que recupere fuerzas y vuelva a encontrar la forma de permanecer cientos de años más en el poder.
Todos los que no pertenecemos a la "familia", sabemos algo de ella, tenemos algún poder sobre ella. Y es momento de usarlo sabiamente. Pero antes de hacer nada, es preciso pensar muy bien como usar esa información. Desde luego, no hay que soltarla de golpe, ni hay que decir claramente lo que sabemos, simplemente, y al igual que ellos, la dejamos caer poco a poco sin prisa pero sin pausa. Sabiendo que debemos ser firmes para acabar con la "familia" de una vez para siempre. Y aunque nos de mucho miedo ser libres. Porque la libertad, nos permitirá ser felices y sin ningún esfuerzo extra. Tendremos todo lo que soñamos y añoramos en la vida, sin tener que luchar todos los días como si fuéramos un naufragó en medio de un temporal.
Ahora el lector debe decidir por si mismo, conocer quienes están con él y quienes no. No olvidar que el mejor amigo de uno mismo es el único que vemos en el espejo toda las mañanas. Y no tener miedo a ser feliz de una vez por todas, garantizando esa felicidad para nuestros padres y nuestros hijos.
Espero que esta vez, no me copie el discurso, como otras veces, un político de la "familia". Por si acaso, permanezcan atentos, que como no tienen imaginación sacan todas sus palabras de las nuestras, sus ideas de las nuestras, y su falsa vida, no es más que un teatro de lo que ellos piensan que es para nosotros ser feliz, lo cual es bastante erroneo.
Suerte, y a por el toro!!!





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