No se puede decir que el pueblo al que pertenezco se haya equivocado lo más mínimo en la elección de su voto, ya que más correctamente, han golpeado tanto a la ciudadanía que la mayoría de las personas que podían haber cambiado el resultado, han decidido decir bien claro que no creen en ninguno de los políticos y directamente no han ido a votar. La mayoría de los votantes son personas que no quieren ver la realidad y que tienen más miedo al futuro incierto que a la realidad tangible.
Así que en estas elecciones del 26 de junio del 2016 lo que ha ganado realmente a sido el miedo y la desidia. Lo que lamentablemente hace que no cambiará nada en el país, y que la guerra la vamos a continuar sufriendo con todas sus consecuencias, y muchas de ellas serán más palpables y evidentes.
Se dice que ningún despertar se produce sin sufrimiento, y lamentablemente vamos a sufrir mucho más durante los próximos años, más de lo imaginable. Y esta vez, estaremos mucho más solos de lo que nunca hemos estado. Más solos, más aislados y más ignorados.
Continuamos con la dictadura disfrazada de democracia.
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