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sábado, 25 de junio de 2016

La guerra del poder

Año 2016, varios tipos de guerras se libran al mismo tiempo en nuestro planeta. Guerras armamentísticas como la de Siria, guerras económicas como la crisis mundial, guerras sociales como la del control de la información, guerras cibernéticas como los ataques a información privada, guerras psicológicas como la amenaza constante de pandemias. Pero de todas las guerras, la guerra que macará nuestra historia aunque nunca sepamos sus protagonistas, es la guerra del poder.

Actualmente vemos como grandes cabezas visibles de las mafias más poderosas de países como España, van cayendo una tras otra como piezas de dominó. Alguien se encarga concienzudamente de que salga casos de corrupción que son el modo de vida de una mafia con más de 80 años de existencia. Alguien se encarga de que salgan a la luz documentación que hace sonrojarse a las caras visibles de esta mafia, como son políticos, banqueros y famosos, que en la mayoría de los casos no pagan por sus delitos ni devuelven el dinero robado o estafado. Alguien se encarga de que personas como yo, podamos escribir, hablar, divulgar, cuando nunca jamás lo hemos podido hacer con libertad porque no solo teníamos miedo de las consecuencias, sino que era un miedo real y muy tangible en la vida cotidiana, el que hablaba o decía algo inapropiado podía olvidarse de progresar en España.

Es lógico pensar, que ninguno de los poderosos que están dentro de la guerra del poder, es de nacionalidad española, porque el bombardeo psicológico al que estamos sometidos durante estos últimos años, solo es la muestra de un experimento social donde hay que comprobar hasta que punto se puede lavar el cerebro a los ciudadanos.

Mañana hay elecciones generales, las segundas en menos de un año. El ridículo espantoso que cometió la ciudadanía al volver a votar al ladrón bicéfalo, esos dos partidos que son solo uno, con una sola ideología y que llevan desde el turno de partidos que inventó Cánovas del Castillo, dentro del poder. Ese partido con dos colores y dos caras frente al pueblo, que en lo esencial siempre tienen el mismo rumbo y que al final son todos pronazis. Dos partidos con la única intención de concentrar todo el poder en la misma oligarquía de siempre haciendo creer a la ciudadanía que existe alternativa, que puede elegir, y que hay algo que llaman democracia, que en realidad desde su origen en Grecia, democracia era la libertad de elección de unos pocos elegidos.

Mañana a los españoles nos van a preguntar quién queremos que nos represente. Sin embargo la mayoría de los españoles, sabemos que nadie nos representa y que debemos representarnos a nosotros mismos. Debemos formar parte de nuestro propio gobierno extirpando esta enfermedad que lleva años devorando por dentro el país y a todo lo que habita en él.

No espero que mañana ocurra el gran milagro, más bien temo el golpe de estado silencioso, o el asesinato de alguna persona honrada que pueda desequilibrar la balanza del poder. Pero sin embargo, sé que mañana mi voto será útil porque va en contra del ladrón bicéfalo, y que existe la posibilidad remota de que mi pueblo se despierte y se gobierne por primera vez en su historia.

Sé que esta tierra siempre ha dado personas fuertes y valientes capaces de las mayores proezas inimaginables. Capaces de ayudarse los unos a los otros y capaces de unirse por un bien común en contra de un enemigo devorador. Así que espero que mañana eso que hace a los que vivimos aquí nacidos o no en esta tierra, pero todos poseedores de una energía vital que ella nos da, una fuerza capaz de todo. Tengamos la capacidad de recuperar nuestro país perdido, la capacidad de devolvernos la vida.

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