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lunes, 16 de mayo de 2016

La huella del mal

No se si se han preguntado alguna vez, por qué nos marcan más los sucesos terribles que nos pasan en nuestra vida, y los acontecimientos que vemos o conocemos que son desagradables para nuestra sensibilidad.

Los seres humanos somos como somos por una razón clara, nuestra supervivencia como especie. Y de alguna forma, nos hemos adaptado al mundo dejando una huella imborrable en nuestro recuerdo de cosas desagradables, que aunque sean en menor cantidad que las agradables, la huella que dejan es mucho más profunda y duradera. Antes yo pensaba que era un fallo en el sistema, que tenemos que aprender a que las cosas hermosas dejen huella en nuestro corazón y en nuestra alma. Y que debemos olvidar y pasar por alto las cosas terribles que nos pasan a lo largo de la vida, y superar aquellas que nos rodean de forma cotidiana.

Ahora mi opinión es muy diferente. Por un lado pienso que sí marcan más las cosas hermosas de la vida, aquellos momentos tristes en los que alguien nos hace sonreír o nos echan una mano, son imborrables. Los días de felicidad también dejan huellas imborrables y duraderas, pero como su recuerdo es hermoso, y para nosotros lo hermoso es lo cotidiano, ni siquiera le damos valor. Y esa es la cuestión, para los seres humanos la maldad, las conductas aberrantes y terribles son anomalías, fallos en el sistema que hay que reparar y aprender de ellos para poder evitar en el futuro. Por esta razón, se nos quedan grabados a fuego todos los acontecimientos detestables y aberrantes que han ocurrido en nuestra vida o en nuestro alrededor.

Le voy a poner un ejemplo muy genérico, aunque seguro que van a llegar cientos a la memoria al mismo tiempo, porque así funciona este mecanismo de supervivencia social. ¿Se acuerda usted de los atentados del 11S de NY?. Seguro que lo tienen grabado en la memoria, puede que incluso todavía le esté dando vueltas de cuales fueron los motivos para que muriera tanta gente inútilmente. ¿Se pregunta quienes fueron los culpables?¿Se pregunta si se pudo evitar?. Si se pregunta esto, es porque al igual que la mayoría de la población mundial, usted a detectado un fallo en el sistema social, y debe ser reparado. Y no solo reparado, también hay que poner todos los medios humanos para que nunca más se repita.

Esto probablemente es el mecanismo más humano que tenemos, y el que más se utiliza en nuestra contra. Es ser tan humano hace que podamos ser víctimas de nuestro propio instinto de supervivencia social, y matar gente inocente pensando que estamos evitando males mayores, o que estamos reparando algo. Esta es la razón por la que se cometen muchas guerras, enfrentamiento e injusticias. Por lo que tenemos la obligación de aprender a controlar nuestro sentido de supervivencia social, de forma que no se nos vuelva en contra y no nos convirtamos en psicópatas.

De todas formas aunque el enemigo es grande e insistente, la naturaleza humana es tan dominante en nosotros que aunque nos hayan manipulado para matarnos entre nosotros siempre es más fácil que nos maten antes, que matemos nosotros al "enemigo". Porque nuestro instinto no es hacer daño a nadie, sino ser felices en sociedad junto a los demás seres humanos. Así que si queremos seguir vivos, encontraremos la forma de parar a los enfermos, sin hacer más daño de lo que ellos mismos se hacen al atentar contra la sociedad.

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