Translate

lunes, 9 de mayo de 2016

El imperio de la mediocridad

Si hay algo que es dudosamente respetable es la mediocridad. Para mí la mediocridad es el resultado de hacer tu trabajo sin amor y sin entusiasmo, aunque las habilidades sean las correctas, el resultado siempre es mediocre.
Ayer paseaba por un parque cercano a mi casa, donde suelen poner exposiciones de fotografía contemporánea. Independientemente del autor, todos los artistas que han expuesto tienen algo en común, son mediocres. La técnica es buena, probablemente las cámaras fotográficas que usaron, lentes y demás eran de la mejor calidad. Y en definitiva la inversión económica, tanto en la formación del fotógrafo, como en el material usado, como en los viajes a los lugares correspondientes, como la misma calidad de la lona donde se expone cada fotografía, suman una desorbitada cantidad de euros, para tener un resultado de mierda. Unas fotos que el único sentimiento que despiertan en el espectador es repulsa, y muchas veces, asco.
No me considero una especialista en arte, pero dentro de mis limitaciones intelectuales, creo que tengo mejor visión artística que el mismo tipo que selecciona esas fotos para exponerlas a costa del dinero del pueblo. No crea que por ser arte contemporáneo, mi problema es la estética del mismo, en absoluto, me gusta mucho el arte contemporáneo, como cualquier otro tipo, pero debe ser eso, arte.
La mediocridad no es algo característico de nuestro momento actual, siempre ha habido mediocres que han pretendido llegar lejos en la vida, a base de favores y falsas cualidades artísticas bien publicitadas. Pero estos timadores, nunca dejan huella en el ser humano, y al cabo del tiempo desaparecen, y no queda apenas rastro de ellos. Simplemente los olvidamos porque son mediocres, porque no han llegado a tocar con el fondo de lo que nos es común a todos.
Quizá en el arte, sea muy fácil para la mayoría darse cuenta de lo que es mediocre y lo que no, simplemente, vas a un museo y si ves gente parada viendo un cuadro con admiración, eso es arte, si están paradas y la cara es de asco o de ¿qué narices es esto?, entonces está claro que ahí hay un mediocre colgado de la pared.
Sin embargo la mediocridad es una enfermedad que nos ha contagiado a todos, y que ha invadido todo. Desde la comida mediocre hasta el amor mediocre, pasando por la familia mediocre o los amigos mediocres. Es posible que nunca se haya percatado, aunque seguro que conoce alguien mediocre, pero como seguro que usted no lo es, no se ha dado ni cuenta. ¿Nunca a conocido a ese tipo de personas que pretenden llamar la atención a toda costa, pero que no lo consiguen a pesar de todas las malas artes que utilicen para ello?. Ese jefe que es totalmente inútil, pero que te critica sin parar, ese amigo que solo te llama para pedirte algo pero que nunca esta si tu le necesitas, esa familia que tiene hijos para no verlos nunca, esa pareja que se ve siempre feliz de cara a la galería pero que en la intimidad apenas se miran o se hablan.
Hay algo positivo en todo esto, y es que si te das cuenta de que algo es mediocre, y si procuras que la mediocridad este alejada de tu vida, es porque tu no eres en absoluto mediocre. Probablemente, puedas admirar la belleza de lo ínfimo, de lo casi imperceptible. El aroma del aire fresco de la mañana, el calor del sol del mediodía, la brisa amorosa de la tarde o la soledad romántica de la noche.
Así que de momento, me reconforta saber que la mayoría de los seres humanos somos inmunes a la mediocridad, y que seguimos valorando lo inmaterial, que es lo que continua moviendo el motor de la vida en el planeta.

No hay comentarios: