Yo ya no doy abasto. He decidido tomarme las cosas con humor, y vivir está crisis con una sonrisa irónica. Viva la sátira, gran invento griego que deberíamos aprovechar más. Y siguiendo el ejemplo de mis mayores, que sobrevivieron a crisis, guerras, gobiernos y dictadores, dejando una sonrisa por donde quiera que iban, expongo brevemente la situación.
El gobierno ha decidido que no hace falta preguntarle al pueblo si quiere tener un nuevo rey, o no, es algo que ya ellos se consideran mayorcitos, como para preguntarnos a los demás. Pero al mismo tiempo, consideran que hay que preguntar a los gobernantes de cada comunidad autonómica si permiten a los colegios dar de comer a los niños pobres, durante los meses de verano.
Bueno, a mi me han enseñado, supongo que por aquello de la religión cristiana, o simplemente, por humanidad. Que hay que dar de comer al hambriento, y no sé como eso se puede pregunta a nadie, se hace, y ya está. Del otro tema, otro día, me dedico a meditar como lo cuento, porque ya ni tiempo ni ganas dan.
Y ahí lo dejo, me quedo intentando aprender como usar la sátira de forma civilizada, amena y simpática.
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