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viernes, 11 de noviembre de 2016

No estamos solos

No estamos solos, y no voy a escribir aquí nada sobre extraterrestres, espíritus, demonios, o algo parecido. Lo que voy a decir, hay muchas personas que como yo, llevamos años preguntándonos ¿qué narices está pasando?¿qué nos pasa a todos?. Sabemos que todo está cabeza abajo, sabemos quienes nos han manipulado y cómo lo han hecho, pero ¿somos conscientes de que somos la mayoría los que pensamos así?. ¿Somos conscientes de que no somos la minoría silenciosa, sino la mayoría temerosa?. ¿Nos hemos dado cuenta de que tenemos miedo los unos de los otros porque nos han comido la cabeza de tal forma que no somos capaces de reaccionar a lo que está pasando?. ¿Acaso estamos traumatizados porque no podemos asumir la realidad social, y eso nos impide actuar?. ¿Tenemos miedo de que nuestra civilización de falsa seguridad, llamado "el estado del bienestar" se haya acabado hace más de 10 años?.
Hoy en día tenemos mayor facilidad que nunca para comunicarnos, y sin embargo, es el momento de menor comunicación de la historia. Hemos cogido tal miedo al prójimo, que solo nos quedan dos opciones, o aislarse, o aceptar la mierda que nos venden.
Ya he comentado en diferentes ocasiones, que estamos dentro de un negocio, y solo somos los clientes. Clientes de grandes empresas que les damos exactamente igual, quieren que seamos borregos que gasten su dinero sin pensar, y eso ha acabado con nuestro YO más personal. Si cada individuo piensa libremente, es muy difícil de hacer un sesgo y de vender, hay que alinear a todos para que todos nos movamos en masa, y no sepamos reaccionar.
La desaparición de este YO, ha creado una masa de psicópatas monstruosos que se mueven por los impulsos más bajos y peores del ser humano. Y por supuesto, también ha acabado con miles de años de cultura y de evolución. Nos han dicho cómo debemos ser, que está bien en nuestra conducta, y que está mal. Lo que debemos aceptar y lo que no. Y eso que debemos aceptar, suele ser amoral, obsesivo y destructivo para nosotros mismos. Y debemos rechazar todo aquello que nos hace genuinos como individuos, especiales, diferentes, ricos en matices y en vivencias.
Muchos luchamos, porque sabemos que somos como somos, y que hemos decidido desde muy niños que somos así. Y que a pesar de que hemos sido, somos y seremos, sometidos a un lavado de cerebro constante, también sale nuestro YO interno, y dice BASTA. Eso nos hace creer que somos una minoría, y que la mayoría de la gente es diferente a nosotros, pero eso es totalmente FALSO.
Por mucho que se repita una mentira, esta no se convierte en verdad. Por mucho que nos digan como debemos ser, si somos conscientes de quienes somos, no podrán destruir nuestro YO real.
En este mundo de locos, las personas llegamos a avergonzarnos de nosotras mismas. Llegamos a sentirnos humillados, y ridiculizados ante una falsa mayoría de imbéciles que parecen haberse adueñado del mundo. Sin embargo, el problema, no es que haya cuatro gilipollas que se repitan mucho, y sus correspondientes borregos e incautos que repiten el mensaje. El problema, es que nos sentimos culpables, de no ser borregos, nos sentimos mal por ser personas normales, con nuestros matices personales, con nuestro carácter, con nuestra personalidad. Nos sentimos culpables, de no ser gilipollas alienados fáciles de dominar. Porque de alguna forma, en algún momento, nos han vendido muy bien que para triunfar en la vida, hay que ser un completo gilipollas, y no lo somos, y ni siquiera somos capaces de serlo, lo que nos genera una frustración importante, que somos incapaces de asumir.
Entonces en la vida, descubrimos que no estamos solos. Que somos legión, y que lo creemos que eran ideas nuestras, ideas de locos, que no eramos capaces ni de decir porque nos avergonzábamos de ser diferentes, es una idea generalizada. Que los raros, no somos raros, y que los normales no son normales.
Durante una etapa de mi vida, me generaba mucha rabia e impotencia, ver cómo estaba la sociedad, y que pareciera que a nadie le importaba y que nadie más que yo lo veía. Ahora sé que todo el mundo lo ve, pero muchos miran hacia otro lado, porque no saben que hacer. Estamos caminado desnudos en medio de un campo lleno de espinas, y pensamos que de algo nos va a herir tarde o temprano. En realidad, es nuestra percepción de la realidad lo que nos ha dañado, y nos está hiriendo de muerte. El bombardeo constante de desinformación, y de manipulación de todo, nos ha debilitado tanto que no somos capaces ya de distinguir si algo es correcto o no.
Cuando era joven, unas amigas me dieron una charla tremenda, de como defenderme de falsas amistades. Me decían aquello de "si todos se tiran por un puente, ¿tú también lo haces?". Era una manera de decirme que no fuera una borrega, que dejara bien claro mi personalidad, lo que quería hacer, y lo que no, y que fuera fiel a mis convicciones y principios, sin dejarme llevar por la estupidez de otros, ya cometemos nosotros mismos suficientes estupideces, como para contagiarnos de las del gilipollas más próximo, o más famoso. Pero ahora es justo lo contrario, parece que debemos competir a ver cual de nosotros es más borrego, más imbécil y más sumiso a todo. Solo hay que ver, los autoretratos de suicidas, esos que se hacen una foto antes de morir por gilipollas.
He llegado a la conclusión de que aunque hay que encontrarse, para consolarse de alguna forma, y ver que no estamos locos, sino que una parte de la sociedad se ha podrido, y hace tanto ruido que parece una jauría, y como tal el contagio psicológico es muy factible, sobre todo si los medios de comunicación apoyan al aborregamiento, claro. Que la mejor manera de que algo deje de importarnos, es ignorarlo. Y no me refiero a que ignoremos las injusticias, o que dejemos de luchar por un mundo mejor, en absoluto. Lo que debemos hacer es pasar y vivir la vida como es, y no como nos la imponen. Para que me entienda el lector, le voy a decir algunas cosas que hago en mi vida personal, para ignorar a los gilipollas. No me verán nunca, compartir en redes sociales, nada referente a la política o a la religión. No me verán compartir, cosas estúpidas como los autoretratos suicidas, ni gilipolleces similares, ni siquiera para criticarlo o para decir que loca está la gente, simplemente los ignoro. No comparto las imágenes de tortura de animales, ni imágenes violentas, que solo fomentan el morbo y no solucionan nada. Solo intento compartir cosas positivas que pueden ser simplemente hermosas o culturales, o pueden ser meramente informativas para el lector a modo de "aviso a navegantes". Eso no quiere decir que no me informe bien de muchas cosas, sino que no dejo que me informen de cosas en un momento donde mi cerebro está en estado de "estoy disfrutando viendo cosas positivas", porque en ese momento, mi cerebro está más desprotegido, y vulnerable por lo que no consiento que me metan propaganda de a saber que dentro de él, o simplemente me dejen indignada o dolida cuando debía haberme sentido feliz y satisfecha con la vida. Y si no quiero que manipulen mi mente, tampoco voy compartir basura propagandística, o ofensiva para que le jodan a otro.
Como ya me he extendido bastante con este tema, dejo un enlace que puede resultar al lector interesante. Es a un programa llamado "Infinito interior". Espero que le resulte tan interesante y educativo lo que cuenta FSH como me ha parecido a mi.
Violencia inhumana

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