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miércoles, 16 de noviembre de 2016

Estereotipos, lo que NO somos

No sé cuando, ni a quién se refería, y casi mejor así. Pero una vez oí la historia de cómo un escritor, elegía sus personajes. Tenía una especie de archivador, repleto de fichas, en cada ficha, había un estereotipo de personaje. Y cogía unas de las fichas al azar, y las iba introduciendo en su historia, de forma que aparecieran similares personajes una y otra vez en cada una de sus obras.

Cuando das clases de teatro, sí tienes en cuenta los estereotipos, a la hora de enseñar a los alumnos como abordar distintos personajes, y cómo ser más flexible como actor. Pero cuando tienes que escribir una obra de teatro, al menos en mi caso, lo de los estereotipos no funciona igual. Sí es verdad, que un personaje tiene que servir para que mucha gente pueda verse reflejado en él, pero no me parece que hacer fichas de estereotipo sea una buena idea. ¿Por qué?, porque en la realidad, el ser humano está lleno de infinitos matices, por tanto, lo irreal es representar una y otra vez los mismos estereotipos. Sin embargo, desde que vengo viendo cine, y supongo que siendo un bebe, ya me trague alguna que otra película sin saberlo, los estereotipos son no la tónica dominante, sino la única existente.
Voy a poner algunos ejemplos en los que las diferencias de una película a otra son casi inexistentes.

Los asesinos en serie, todos son iguales en las películas, justo lo contrario que pasa en la realidad. Todos son crueles desde el principio, tienen mirada sospechosa, se les ve venir, son gente de la que nadie se fiaría, son feos, o de cara desagradable.

Los héroes, iguales también. Todos son guapos, la mayoría son hombres, y son fuertes, de gran carácter y determinación, valientes, honrados y nobles. Tampoco se corresponde en absoluto con la realidad.

Las mujeres, en un porcentaje elevadísimo, no voy a generalizar pero hay muy muy escasas excepciones. Las mujeres son guapas, esbeltas, atractivas, y sobre todo sumisas. Aunque sea un personaje en que la mujer sea agresiva, termina tendida en brazos de uno por cuatro piropos o por una cenita romántica. Por muy listas que nos las pinten, al final necesitan de un hombre para cumplir con sus deseos de felicidad. No pensarás que no apesta esto.

La madres, que no están dentro de las mujeres, son un estereotipo aparte. Son estrictas luchadoras, más bien dominantes, inflexibles, a veces irracionales, muchas veces histéricas, y en ocasiones locas de remate. Pero aunque hagan el estereotipo opuesto de madre comprensiva, cariñosa y sociable, esta de alguna forma no cuida bien de sus hijos, con lo que es tan mala madre como la loca descrita anteriormente.

Y así con cientos de personajes que se repiten una y otra vez, una y otra vez, en cientos de miles de películas y series de televisión.

No habría ningún problema en esto, salvo el que una ya sepa desde el comienzo de la película gran parte de lo que va a pasar en ella, lo que las hace bastante aburridas, ya que no hay sorpresa y terminas durmiéndote a los 30 minutos de sesión. El problema es que este mensaje, subliminal o no, ya eso depende del espectador, resulta que es una comedura de tarro, más viral de lo que a sido ninguna educación castradora, o ninguna religión sectaria.

Hay cosas que me llaman mucho la atención, y es como todos los personajes masculinos le dicen que sí al sexo, aunque la tía les vaya a intentar matar después. Es como decir a los hombres, "vosotros no podéis decir No muchachos, el que dice que No es un impotente o un marica". ¿Y las mujeres?, solo se pueden rendir al héroe, porque si una mujer en el cine se lía con quien no debe, es automáticamente o una zorra, o una asesina en potencia.

Propongo un juego al lector, busque estereotipos, y compare a ver si ve muchas diferencias de un personaje a otro, muchos matices de esos que nos diferencia tantísimo, y que en el cine no están, simplemente los han hecho desaparecer.

Para acabar, voy a escribir algo que hoy en día parece ser un tabú, ODIO LA SERIE "JUEGO DE TRONOS". Y no es que tenga nada en contra de los actores, y es más me encanta la edad media, y todo eso, pero... hace falta ser MUY MUY MUY SÁDICO  para ir matando tus personajes un día sí y otro también. Dar cuartelillo a los personajes más crueles y villanos, de forma elegante, destruyendo a aquellos que tengan un halo de humanidad, y si se puede de la forma más cruel y vil posible.

Mientras que yo aprendía de niña más valores humanos viendo la serie V, de los 80, y eso que me escondía detrás del sofá cada vez que salía la morena que se comía ratones. Ahora los niños ven normal que se maten una y otra vez los buenos de la película. Lo que hace el dinero de las productoras, y la publicidad subliminal y masiva, cada vez somos más, ovejas rodeadas de lobos con disfraz (muy cutre el disfraz pero se ve que cuela) de cordero.



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