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domingo, 4 de septiembre de 2016

Amor vs Necesidad

Hay una frase muy famosa, que dio el título a una película, y esa de "¿por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?. Pero en realidad, la cosa no anda por esos derroteros, sería más bien ¿por qué lo llaman amor cuando quieren decir necesidad?.
Muchas parejas en la sociedad actual no están unidas por lazos sentimentales, aunque el autoengaño, les diga que sí. Están unidas por la cobertura de necesidades mutuas, lo que hace que se convierta en vez de una relación amorosa en un contrato pre acordado. Son esas parejas que suelen hablar del otro con el verbo tener en lugar del verbo ser. Empiezan diciendo, mi novio tiene esto, mi novio tiene lo otro... Y les da lo mismo si lo que tienen es inteligencia, dinero, poder o un poderoso miembro viril, el caso es fardar de algo y presumir de la propiedad adquirida. Ya en lugar de amor es un negocio pactado donde poco importan los sentimientos del otro, poco importa su verdadero YO interior, lo único que importa es que te siga satisfaciendo las necesidades egoístas.
Y quizá es por eso por lo que ahora muchas parejas fracasan. Y es que ningún negocio así dura mucho tiempo, porque la diferencia entre el amor y la propiedad es que las cosas nuevas dan felicidad momentánea pero pasan de darla al cabo del tiempo. Mientras que el amor, es algo que lleva dos cosas unidas íntimamente, la felicidad y el dolor. Las personas enamoradas saben que van a sufrir por su pareja, pero que también les hará igual de felices. Las personas con contrato, piensan que solo hay beneficios, y que nunca hay pérdidas, es puro y simple egoísmo egocéntrico, y terminan de destruirse el uno al otro por conflicto de intereses, que la mayoría de las veces tienen que ver con algo material, directa  o indirectamente.
Supongo que muchos psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas, dirán que lo que escribo son sandeces, pero quizá deberían mirarse ellos dos veces. En el análisis del amor, se dice muchas veces que dos personas se unen para completar sus necesidades de cariño, afecto, realización, dinero, poder, sexo... Pero en realidad, cuando estas enamorado de verdad, nada de eso te entra en la cabeza, porque nada de eso importa. Lo único que te importa es la felicidad que te da esa persona y la que tu le puedas dar, sentirte bien con ella, acompañado, y que las horas se hagan minutos, los problemas sean llevaderos y las alegrías parezcan eternas. Y cuando no sientes eso, y solo piensas en lo que tu pareja tiene, y lo que tu pareja te puede aportar de forma práctica y material, entonces no estas enamorado, en absoluto, no te engañes y no engañes a otra persona.
Lo que más lamento de estas situaciones, son los daños colaterales. Esos que se producen cuando uno de los dos miembros está enamorado, y piensa que el otro es su complementario, su equilibrio. Mientras que el otro miembro, lo único que quiere tener equilibrado es el balance de caprichos y necesidades bien cubierto. También, están la grandes víctimas, que son los niños. Los hijos de este tipo de parejas sufren toda su vida el desamor de sus padres, porque hasta se huele de lejos. Y finalmente, buscan una relación así, materialista, donde solo haya necesidades cubiertas. Porque aunque tengan la capacidad de enamorarse, o se hayan enamorado alguna vez, no pueden entregarse a nadie, lo que piensan es sí esa persona de la que se enamoran, les puede suplir estas carencias. Lo que les hace muy infelices, y más al pobre desgraciado que pillan para ver como se destruyen así mismos una y otra vez. Porque si tener una relación materialista es lamentable, estar enamorado de verdad y tener en la mente que tu relación debe ser materialista, es el colmo.
Por suerte en mi vida, he conocido muchas parejas que llevan muchos años juntas. Y siempre es porque nada de lo que se dan el uno al otro es material, solo importa el amor en sí mismo, nada más.

Siempre me viene a la mente mi bisabuelo, que estaba tan enamorado de su mujer, que cuando ella falleció, espero la muerte en la cama donde ella murió. Pues para él, la vida ya no era nada, pues ya ella no estaba. Lo malo es que el hombre tardo bastantes años en morir, así que tubo que esperar mucho para reunirse con su amada en el otro lado.

Le dedico este escrito a mi bisabuelo Santiago, por haber amado con todo lo que puede dar el alma y el corazón,  por habernos enseñado a todos lo que es el amor verdadero. Gracias a ti, sabemos que sí existe y que no inalcanzable.

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