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lunes, 20 de mayo de 2019

Podcast, mentiras y propaganda

Es famoso y conocido el ministro de propaganda Joseph Goebbels, por ser uno de los pioneros en el control de masas gracias a un sistema de manipulación basado en dar una información distorsionada a la población de forma que esta no supiera que era propaganda política del nacional socialismo y que no. Un arte que se importo a Estados Unidos y que hoy en día es la base de nuestra cultura y comportamiento social, carentes de libertad de pensamiento ya que no es posible la opinión discordante.

Como resultado han surgido en España como en muchos otros países un control mental que ocupa los lugares más recónditos e inocentes. Uno de ellos es el mundo del podcast. Para quien no lo conozca, el podcast es un sistema de guardado y divulgación de archivos de audio por internet. Que se utilizaba en la mayoría de los casos para poder dar emisiones de radio en diferido, permitiendo a los oyentes hacer sus propias programaciones de radio a la carta en función de gustos e intereses y con libertad de horarios de escucha. Hasta aquí todo va normal. Como es lógico muchos apasionados de la radio que no tenían la posibilidad económica o simplemente nadie les ofreció unos micrófonos en ninguna emisora. Decidieron emprender de forma independiente su propio programa de radio, invirtiendo su propio dinero, tiempo y recursos. Esto para  muchas personas en las que me incluyo, cansadas de oír lo mismo a los mismos, fue una novedad interesante. Se trataron temas que en ningún lugar se trataban y se hablaron de temas de política y misterio antes vetados y censurados. Por fin el pueblo hablaba de lo que quería con libertad.
Este maravilloso paraíso pronto fue captado como una forma de manipulación de masas, haciendo creer al oyente que estaba escuchando algo fresco y diferente y en realidad es la misma ideología política pero contada de otra forma y siempre con el eslogan de la conspiración y de que "lo que yo cuento está prohibido contarlo en los medios de comunicación oficiales". Estos podcast son financiados por los propios partidos políticos en el poder, y por supuesto al tener mayor poder económico tienen mayor visibilidad en las plataformas y son más accesibles a los oyentes. Un programa informático sencillo falsea las escuchas y hace que el número a veces se multiplique por mil, dando a entender al oyente que hay mucha gente siguiendo esta corriente de pensamiento, y otorgando una veracidad y una importancia a los miembros del equipo que es totalmente falsa. Este teatro de marionetas también afecta a personas con pocos recursos adquisitivos piensan que pueden encontrar una salida laboral, o que pueden hacer oír su voz. Sin embargo, son manipulados y esclavizados. Porque los programas subvencionados tienen el lema "todo esto lo hago por amor al arte". Cuando como es lógico es un trabajo y necesita algún tipo de apoyo económico, sino lo hay de una manera debe haberlo de otra, el mundo es así y no hay que explicar las normas que ya todos conocemos.
En ocasiones en este blog he escrito sobre la guerra de sexos, un tema bastante preocupante y cada día lo es más aunque la población española este ya asqueada de feminazis y machirulos. Que este era el objetivo, olvidándose de las víctimas reales de maltrato y acoso, y utilizando las subvenciones destinadas para las víctimas en los propios amigos y simpatizantes de la oligarquía política.
Sin embargo, esta guerra solo ha llegado a un pequeño climax. Al igual que pasó con el partido más feminazi que encontró una oposición en un partido misógino, aunque ninguno de los dos lo dice abiertamente pero sí lo demuestra y así lo recibe la ciudadanía. En el mundo del podcast nos encontramos que desde hace varios años, dos podcast en concreto, uno liderado por GD y otro por CD, son los representantes en este mundo de lo que nadie cuenta, del partido morado, extremistas que sino opinas igual que ellos censuran y persiguen con acoso a todos los comentarios opuestos o neutros a la ideología del partido. En proceso de maduración el partido verde ya tiene sus reclutados soldados al servicio, y uno de ellos es JD que dice ser un hombre normal, aunque está exiliado y se comunica con el resto con un seudónimo como GD. En ambos casos su vida privada no tiene nada que ver con lo que dan a entender a sus oyentes, y en ambos casos su pasado está vinculado con grupos extremistas que actuaron en España para el sometimiento y miedo de la población. De forma que es España las personas tenían miedo a opinar y hablar de política, cuando antes de la guerra civil los españoles siempre había hablado con libertad política pues no en todos los países se puede poner un mote como el de "la reina puta" a su monarca y no ir a prisión. La censura es parte del franquismo y solo la evolución que ya en tiempos de la república se fue elaborando para el control y sumisión total de la población española. Alguien se preguntará como es posible que yo pueda escribir con libertad es este blog. Pues porque a mi ya se me ha castigado y se me castiga por hacerlo, y una vez ya crucificada en vida poco puedes hacer para remediarlo. Para no ser más agredida y acosada de lo que ya estoy, yo y mi familia, utilizo iniciales ya que si dijera el nombre de estas personas aunque sean seudónimos o si indicara los podcast donde trabajan para la oligarquía, mi mundo se convertiría en un infierno mayor de lo que ya es.
Así pues la guerra de sexos tiene una segunda parte, esta es la opresiva y misógina, donde JD será el líder indiscutible en el mundo del podcast. Un engendro de la naturaleza que oculta su homosexualidad disfranzándola tras su misoginia y homofobia. Este hombre casado y con un hijo, siendo de familia mestiza tiene un odio visceral a todo el mundo musulman y procesa como un fiel devoto a la iglesia católica. Lo que no descarta la vinculación directa con grandes sectas cristianas de la iglesia católica que no hace falta que nombre pero que el lector puede averiguar con facilidad.
El lector habitual de este blog sabe que me gusta dar esperanza o algún tipo de solución para no quedarnos en la desgracia y la sumisión a esta especie de apocalipsis inevitable al que nos someten una y otra vez.
Creo que en este caso, lo que yo llamo la mayoría silenciosa o la mayoría marginada debe hacerse oír. Y atacar con las mismas armas, pero sin perder el respeto y la educación. Ir a sus mismos grupos de facebook, a sus mismos podcast y páginas, allí donde moran a sus anchas y dejan su basura propagandista y decirles que lo importante es la igualdad, que son una minoría que no interesa a nadie y que tienen los días contados. Si la mayoría se une, la minoría se calla. Pero si la mayoría se calla, la minoría toma el control, y ya sabemos como acabó Alemania cuando un grupo reducido de energúmenos locos consiguió hacerse con el poder absoluto, que por supuesto no salvaron a Alemania, sino que dejaron la población tan mermada que lo que menos hay son alemanes de varias generaciones, la pura sangre que vendían es lo que ellos mismos destruyeron. Aunque solo fue más propaganda porque en Europa no hay pura sangre, los romanos, los mongoles y muchos pueblos se encargaron de dispersar su semilla, de intercambiar esclavos y de hacer que todos seamos mezcla de todo, lo que es una suerte porque ha mejorado la especie humana y la cultura del continente.

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