Seguro que alguna vez a visto un pájaro sobre el lomo de un elefante. Este pájaro parece que picotea y molesta al elefante, pero en realidad lo que hace es quitarle los parásitos que viven sobre su piel. De la misma forma las rémoras, viajan junto a peces de gran tamaño. Son lo que nosotros llamaríamos amigos que te hacen un favor, ya que no solo acompañan a los peces en sus andaduras por el océano, sino que además les libran de todos esos molestos parásitos que se adhieren a su piel.
Sin embargo, una persona rémora no es precisamente algo que te haga un favor, más bien todo lo contrario.
Existen varios tipos de personas rémoras, voy a empezar por la más desagradable de todas. El amigo o amiga rémora. Son personas que por una razón u otra se encuentras frustradas en la sociedad. Su frustración puede ser debida a razones estéticas. En los hombres suele ocurrir cuando la altura de la rémora es inferior a la media masculina, y en las mujeres suele ocurrir cuando estas son mucho más gordas o más flacas de lo que la moda dispone, y ni en un caso pueden adelgazar, ni en el otro engordar. Pero también ocurre con otras frustraciones, como ser muy pobre y querer ser rico, o ser muy tonto y querer ser muy listo. El caso es un frustración tan grande, que la rémora busca una víctima que tenga esas cualidades que desea. Cuando encuentra su víctima se pega a ella como una lapa, primero de buenas formas la va comiendo el tarro haciendo todo lo posible por conseguir su amistad, y por ser no solo necesario para la víctima sino más bien hace que esta sea totalmente dependiente de la rémora. La víctima durante años no se considera atosigada y manipulada por la rémora, ya que piensa que es un amigo fiel que nunca te va a abandonar, que ofrece su ayuda y su apoyo de forma desinteresada y generosa. Pero no es cierto, la rémora es muy egoísta, su único fin es destruir del todo a su víctima y no parará hasta conseguirlo del todo. Cuando lo consigue, abandona a su víctima demostrando que todo lo que tenía que le hacía ser mejor que la rémora, no sirve de nada ya que la rémora ha conseguido todos sus objetivos en la vida mientras que la víctima se ha quedado marginada y sola. La rémora hace ver a la víctima que se preocupa por ella, dándole consejos todo el tiempo de forma agradable y convincente, pero estos consejos solo tienen el fin de la autodestrucción de la víctima, y alejará a cualquier persona que pueda contradecirla.
Voy a poner un ejemplo. Una chica muy guapa y delgada, de belleza e inteligencia innatas tiene a su lado a una chica bastante fea, gorda y sin apenas estudios. La chica fea consigue que la guapa no pueda hablar con nadie sin que la fea esté delante, y hace creer a la guapa que sin ella no puede vivir. De forma que la chica guapa ya no habla con nadie salvo con su amiga fea. La fea se hace amigos que presenta a la guapa, pero se asegura que sin que esté ella delante la guapa no pueda hacer nada de nada. La fea le dice a la guapa constantemente que es una mujer muy guapa pero que tiene pequeños defectos que debe pulir. La fea le puede decir a la guapa, que aun siendo delgada debe cuidar su linea, que aun siendo guapa le vendría bien una operación de cirugía estética, que aun siendo elegante, debería mejorar su vestuario, etc, etc. El caso es que la guapa va perdiendo toda autoestima, mientras que la fea se queda con toda la que le a robado a su "amiga". Y luego viene el maltrato, diciendo la fea a la guapa que mira como yo siendo fea tengo pareja y tu siendo guapa estas sola.
Tengo una amiga que justo tenía una amiga rémora cuando yo la conocí. Costó mucho convencerla de que se la tenía que quitar de encima, aunque claro está nunca se lo decía directamente porque la rémora me hubiese quitado de en medio a mi. Así que mi estrategia fue subir la autoestima a la víctima, de forma que ella sola se diera cuenta de que la rémora la estaba torturando. Y con el tiempo cada una vivió la vida por separado, y hoy en día no se hablan. Pero la rémora consiguió que su víctima dejara los estudios, y tuviera miedo de volver a estudiar, y ese daño aun persiste.
También hay familiares o parejas rémora. Son personas que bajo la obsesión de protección, en mayor o menor medida, no se despegan de otra. En estos casos no suelen tener mala intención aunque el daño psicológico es similar, porque la víctima se siente incapaz de hacer nada sin la autorización de su "protector". La víctima va perdiendo la autoestima de tal forma, que ya no es capaz de salir de casa sin su rémora. Incluso, puede llegar a tener miedo de todo el mundo debido al constante acoso, que se basa en que todo el mundo es malo para ti salvo yo.
No hay que confundir una persona rémora con una persona protectora, aunque una persona protectora si lo hace en exceso se puede convertir sin saberlo en una rémora. La diferencia es el nivel de acoso y destrucción de una persona a otra. No es lo mismo que te estén dando consejos de algo, por tu bien, pero que no se metan activamente en tu vida, que tener una persona pegada a ti, controlando absolutamente todo lo que haces. ¿Cómo diferenciar la protección del acoso?. Es sencillo, si una persona solo te da el consejo, es protección, pero si esa persona se pega a ti hasta que haces lo que ella quiere, es acoso.
Por ejemplo, volviendo al caso anterior. Yo a mi amiga con rémora, no la decía todo el rato que la fea era una rémora, es más procuraba no decírselo nunca. Se lo hacía ver, pero nunca la prohibía irse con ella, solo la escuchaba las historias que me contaba y la daba mi opinión desde la distancia. Eso sí, también estaba muchas veces yo delante de la rémora para que vea que la guapa no se iba a quedar sola, pero nunca ataque ni discutí con la rémora fea. Sin embargo, la rémora fea tenía que estar al tanto de lo que su víctima guapa hacía en cada momento, y para quedar mi amiga y yo solas, teníamos que hacer trampas para que la rémora no nos pillara. Claro, que antes hay que convencer a la víctima de que no le cuente todo a la rémora, que ese es un trabajo duro. Hacíamos trampas como quedar media hora antes de que llegara la rémora, por ejemplo. Aunque puedo decir, que la idea brillante que se me ocurrió para quitar a la rémora de mi amiga era buscarle novio a la rémora. La rémora con novio, ya no estaba frustrada, y se veía superior a su víctima que estaba sola, así que la rémora se fue alejando ella sola.
La rémora nunca habla mal de su víctima a sus espaldas (a no ser que ya no la necesite porque haya perdido su frustración), haga lo que haga su víctima, nunca dirá nada en su contra. Esto es un claro síntoma de que no es un amigo, porque los amigos dicen las cosas como son, no tapan los defectos ni realzan las virtudes solo para conseguir sus objetivos. Dice el refrán "quien bien te quiere, te hará llorar". Porque un amigo da su opinión sincera, sin segundas intenciones.
Otro detalle, es que las rémoras procuran no discutir nunca con su víctima, pero también procuran que su víctima discuta con todo aquel que pueda descubrir a la rémora y abrir los ojos a la víctima. La rémora conseguirá que odies a todo el mundo salvo a ella.
Y por último añadir, que la rémora no tiene ningún cariño, amor o afecto sobre su víctima. Su odio es muy profundo y peligroso, aunque convenza todo el tiempo a su víctima de lo contrario.
Mi consejo es que si se os pega alguna persona que solo os dice lo que queréis oír y nunca os dice la verdad, sino que os manipula de forma estratégica, entonces estáis ante una peligrosa rémora. Esta os va a destruir, sí, o sí, por tanto mejor quitársela de encima cuanto antes.
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miércoles, 28 de septiembre de 2016
domingo, 25 de septiembre de 2016
Yo soy YO
Yo soy yo, y mis circunstancias.
Hace algunos años, sentí que tenía un trastorno en la personalidad, y preocupada le conté esta circunstancia a mi hermana. Resulta que yo era muchas personas diferentes, y ya no estaba segura de quién era YO realmente. En el trabajo era una persona muy distinta de la que era cuando iba a estudiar, que al mismo tiempo no tenía nada que ver con la persona que estaba con su pareja, que tampoco se parecía a la persona que estaba con la familia, totalmente distinta era la que estaba con sus amigos, y que en absoluto se parecía a la persona que estaba dentro de un grupo teatral. Vamos que me salían, así de golpe 6 personas totalmente distintas.
Esta situación a mi pareja de aquel entonces, y a mi familia les tenía también preocupados, porque de repente, pueden intercambiarse personalidades de un lugar a otro. Es como quién está haciendo de Julieta y de golpe se transforma en Juana de Arco. Mi hermana, con una tranquilidad y una sabiduría increíble, de dijo como si tal cosa, que eso no era ningún trastorno de personalidad. Simplemente, era un proceso de adaptabilidad a la circunstancia en la que me situaba, pero eso no quería decir que hubiese perdido el YO, sino que eran matices de un mismo color.
Mi hermana me dejó bastante tranquila en lo que al trastorno de personalidad se refiere, pero me dejo intranquila al darme cuenta de lo manipulables y maleables que somos según el entorno en el que nos encontremos, y además, sino tenemos cuidado, la personalidad de un entorno salta a otro, y podemos terminar creyéndonos a pies juntillas que somos quien no somos.
Voy a poner un ejemplo muy sencillo. Imaginemos ese sabiondo, que se considera sobrado de todo, y que ha alcanzado la cima del éxito. Su ego, un globo tan hinchado que parece un zepelín, a conseguido que su personalidad desaparezca, tanto en la familia, como con los amigos, etc. Se comporta de la misma forma, como "el Divo", Ese ser supremo, próximo a la divinidad, que hasta compite con ella, alguien que se cree un dios del Olimpo y que debe aguantar y soportar a los débiles y miserables mortales. Pero antes de convertirse en dios, fue mortal, y su relación con la familia y con los amigos era muy distinta.
Es importante para mi escribir, que nos dicen desde que somos niños, como debemos ser. Y con la edad, vamos madurando, pero al mismo tiempo nos van manipulando más. Dicen que los niños son muy manipulables, pero los niños son conscientes de que son manipulables, los adultos son mil veces más fáciles de manejar y aborregar, pero se piensan que tienen suficiente madurez para evitarlo, lo cual no es suficiente.
Debido a la manipulación, ya no sabemos muy bien como relacionarnos ni como actuar correctamente, porque las manipulaciones son contradictorias y son fuerzas que si se equilibran se pueden contrarrestar. Y durante un tiempo medité como contrarrestar la mayoría de las manipulaciones externas intentando ser YO, el mayor tiempo que me fuera posible al día, aunque es normal que a veces tome un rol diferente, debido a circunstancias de la propia vida. ¿Cómo podía conseguirlo? Pues no sé si lo he conseguido del todo, sinceramente, pero si lo intento en la medida de lo posible.
Lo primero que hay que hacer es tomar consciencia de si lo que hacemos lo hacemos por un impulso primario irrefrenable, o lo hacemos utilizando la conciencia y el razonamiento. Así pues cosas absolutamente primarias como son comprar compulsivamente cosas inútiles, tener conocidos en vez de amigos, o tener relaciones sentimentales materialistas en vez de humanas, pues había que quitarlas de la lista de tareas. Se comienza por entrar en centros comerciales y comprar solo lo que vas a compra y absolutamente nada más. Otras veces, puedes ir a comprar y si no encuentras lo que buscas te vas. Luego cambias tus hábitos de compra y dejas de comprar en centros comerciales para compra cerca de tu casa a tiendas de toda la vida. Este cambio es importante, porque ya empiezas a tener más empatía por los demás y a ver más el mundo como es.
Posteriormente, haces el segundo esfuerzo y es a relacionarte con amigos y no con conocidos, lo que es un gran trabajo que requiere mucha paciencia y perseverancia, además de fuerza de voluntad ya que los amigos no hacen lo que tu quieres cuando a ti te da la gana, que parece que es lo que se lleva ahora. Los amigos son esas personas que te quieren y que están cuando se les necesita, a cambio, tu debes corresponder de forma igual, sin egoísmos, la amistad es el cariño, la comprensión y el respeto mutuo.
El tercer esfuerzo, es la relación sentimental sin materialismo. Esto hoy en día es una locura, porque muchas parejas buscan en su relación prestaciones como si estuvieran comprando un coche. Aquí hay que ponerse muy serios, porque la pareja es siempre un proyecto de familia, aunque no tenga porque terminar siéndolo. Porque aunque no hagamos planes a largo plazo, el sentimiento debe de quedar dentro de nosotros, claro está, que si lo que buscamos en nuestra relación es algo material, tenemos tanto apego a la persona con la que estábamos, como al móvil viejo que abandonamos en un cajón y al poco ya no nos acordamos de él, porque el nuevo es mucho más guay.
Y el cuarto esfuerzo, que nunca será el último, es el encontrar el YO. Que después de superar los tres anteriores parecerá poca cosa, pero tiene mucho mérito. Hay que darse cuenta de quienes somos realmente, y que queremos ser en nuestra vida. No me refiero al ámbito profesional, aunque no hay que dejarlo a un lado, sino que me refiero a la profundidad abismal del YO. Meditando de cómo nos comportamos con otras personas, qué reacciones tienen los demás al interactuar con nosotros, y si esas son las reacciones que provoca nuestro YO, o son producto de una manipulación externa.
Probablemente tenga que retomar este tema en otra ocasión, pero aquí dejo mi granito de arena, por si quizá alguien ya se vea desorientado en este mundo donde mientras unos mueren otros juegan con el móvil. Y lo más triste no es que no seamos conscientes de nuestra hipocresía y falta de humanidad, es que además nos da igual.
Hace algunos años, sentí que tenía un trastorno en la personalidad, y preocupada le conté esta circunstancia a mi hermana. Resulta que yo era muchas personas diferentes, y ya no estaba segura de quién era YO realmente. En el trabajo era una persona muy distinta de la que era cuando iba a estudiar, que al mismo tiempo no tenía nada que ver con la persona que estaba con su pareja, que tampoco se parecía a la persona que estaba con la familia, totalmente distinta era la que estaba con sus amigos, y que en absoluto se parecía a la persona que estaba dentro de un grupo teatral. Vamos que me salían, así de golpe 6 personas totalmente distintas.
Esta situación a mi pareja de aquel entonces, y a mi familia les tenía también preocupados, porque de repente, pueden intercambiarse personalidades de un lugar a otro. Es como quién está haciendo de Julieta y de golpe se transforma en Juana de Arco. Mi hermana, con una tranquilidad y una sabiduría increíble, de dijo como si tal cosa, que eso no era ningún trastorno de personalidad. Simplemente, era un proceso de adaptabilidad a la circunstancia en la que me situaba, pero eso no quería decir que hubiese perdido el YO, sino que eran matices de un mismo color.
Mi hermana me dejó bastante tranquila en lo que al trastorno de personalidad se refiere, pero me dejo intranquila al darme cuenta de lo manipulables y maleables que somos según el entorno en el que nos encontremos, y además, sino tenemos cuidado, la personalidad de un entorno salta a otro, y podemos terminar creyéndonos a pies juntillas que somos quien no somos.
Voy a poner un ejemplo muy sencillo. Imaginemos ese sabiondo, que se considera sobrado de todo, y que ha alcanzado la cima del éxito. Su ego, un globo tan hinchado que parece un zepelín, a conseguido que su personalidad desaparezca, tanto en la familia, como con los amigos, etc. Se comporta de la misma forma, como "el Divo", Ese ser supremo, próximo a la divinidad, que hasta compite con ella, alguien que se cree un dios del Olimpo y que debe aguantar y soportar a los débiles y miserables mortales. Pero antes de convertirse en dios, fue mortal, y su relación con la familia y con los amigos era muy distinta.
Es importante para mi escribir, que nos dicen desde que somos niños, como debemos ser. Y con la edad, vamos madurando, pero al mismo tiempo nos van manipulando más. Dicen que los niños son muy manipulables, pero los niños son conscientes de que son manipulables, los adultos son mil veces más fáciles de manejar y aborregar, pero se piensan que tienen suficiente madurez para evitarlo, lo cual no es suficiente.
Debido a la manipulación, ya no sabemos muy bien como relacionarnos ni como actuar correctamente, porque las manipulaciones son contradictorias y son fuerzas que si se equilibran se pueden contrarrestar. Y durante un tiempo medité como contrarrestar la mayoría de las manipulaciones externas intentando ser YO, el mayor tiempo que me fuera posible al día, aunque es normal que a veces tome un rol diferente, debido a circunstancias de la propia vida. ¿Cómo podía conseguirlo? Pues no sé si lo he conseguido del todo, sinceramente, pero si lo intento en la medida de lo posible.
Lo primero que hay que hacer es tomar consciencia de si lo que hacemos lo hacemos por un impulso primario irrefrenable, o lo hacemos utilizando la conciencia y el razonamiento. Así pues cosas absolutamente primarias como son comprar compulsivamente cosas inútiles, tener conocidos en vez de amigos, o tener relaciones sentimentales materialistas en vez de humanas, pues había que quitarlas de la lista de tareas. Se comienza por entrar en centros comerciales y comprar solo lo que vas a compra y absolutamente nada más. Otras veces, puedes ir a comprar y si no encuentras lo que buscas te vas. Luego cambias tus hábitos de compra y dejas de comprar en centros comerciales para compra cerca de tu casa a tiendas de toda la vida. Este cambio es importante, porque ya empiezas a tener más empatía por los demás y a ver más el mundo como es.
Posteriormente, haces el segundo esfuerzo y es a relacionarte con amigos y no con conocidos, lo que es un gran trabajo que requiere mucha paciencia y perseverancia, además de fuerza de voluntad ya que los amigos no hacen lo que tu quieres cuando a ti te da la gana, que parece que es lo que se lleva ahora. Los amigos son esas personas que te quieren y que están cuando se les necesita, a cambio, tu debes corresponder de forma igual, sin egoísmos, la amistad es el cariño, la comprensión y el respeto mutuo.
El tercer esfuerzo, es la relación sentimental sin materialismo. Esto hoy en día es una locura, porque muchas parejas buscan en su relación prestaciones como si estuvieran comprando un coche. Aquí hay que ponerse muy serios, porque la pareja es siempre un proyecto de familia, aunque no tenga porque terminar siéndolo. Porque aunque no hagamos planes a largo plazo, el sentimiento debe de quedar dentro de nosotros, claro está, que si lo que buscamos en nuestra relación es algo material, tenemos tanto apego a la persona con la que estábamos, como al móvil viejo que abandonamos en un cajón y al poco ya no nos acordamos de él, porque el nuevo es mucho más guay.
Y el cuarto esfuerzo, que nunca será el último, es el encontrar el YO. Que después de superar los tres anteriores parecerá poca cosa, pero tiene mucho mérito. Hay que darse cuenta de quienes somos realmente, y que queremos ser en nuestra vida. No me refiero al ámbito profesional, aunque no hay que dejarlo a un lado, sino que me refiero a la profundidad abismal del YO. Meditando de cómo nos comportamos con otras personas, qué reacciones tienen los demás al interactuar con nosotros, y si esas son las reacciones que provoca nuestro YO, o son producto de una manipulación externa.
Probablemente tenga que retomar este tema en otra ocasión, pero aquí dejo mi granito de arena, por si quizá alguien ya se vea desorientado en este mundo donde mientras unos mueren otros juegan con el móvil. Y lo más triste no es que no seamos conscientes de nuestra hipocresía y falta de humanidad, es que además nos da igual.
domingo, 18 de septiembre de 2016
El dominio de las sombras
Durante años la psicología a intentado buscar el origen del mal en el ser humano. Investigando como podemos saber que personas van a hacer daño a nuestra sociedad. Hubo una época en la que se pensaba que los rasgos faciales de una persona, nos daban una idea de si esa persona estaba predispuestas para la violencia y la delincuencia. También consideraron la genética y el entorno como factores determinantes para la generación de personas perversas.
A lo largo de mi vida, me he dado cuenta de que todos los seres humanos tenemos dos caras, una buena y otra mala. A cada paso que damos tenemos una prueba donde podemos elegir el camino correcto, pero ¿cuál es el camino correcto?. La sociedad nos marca que el camino correcto es siempre el del egoísmo y la psicopatía. La falta absoluta de personalidad o carácter, la carencia de empatía, el control del materialismo y la soledad extrema. Es decir, que la sociedad favorece la aparición y reforzamiento del lado más negativo y animal del ser humano.
Esta sociedad macabra y diabólica, no permite ningún sentimiento de humanidad, lo persigue y lo destruye. La razón es simple, las personas que más próximas están al resto de seres humanos, son menos manipulables, están más próximas al conocimiento real de las cosas, son más sociales y empáticas.
Creemos que somos buenas personas, y que las personas que nos rodean lo son. Pero en realidad, debemos hacer cada día una introspección profunda sobre nuestra conducta, y sobre nuestros actos, valorando si estos provienen realmente de nuestra voluntad, o son fruto de una manipulación egoísta y enferma.
Hasta la persona más bondadosa del mundo puede convertirse en un monstruo, con el suficiente maltrato, chantaje emocional y control mental. Esto siempre lo hemos visto a lo largo de la historia, como familias enteras acababan asesinándose por motivos totalmente externos que nada tenían que ver con el amor y con la felicidad.
Los agentes externos son diversos, pueden ser ideológicos, religiosos, partidistas, económicos, sociales, etc. Pero todos conducen al sometimiento total y la destrucción del YO.
Una de las fases más duras de mi vida, fue cuando en un trabajo, poco a poco y de forma muy cordial, me fueron manipulando y maltratando psicológicamente con el objetivo de convertirme en una persona que maltratase y manipulase a lo que entonces eran mis compañeros de trabajo. Compañeros que conocía desde hace años, valoraba como personas y como trabajadores. Al principio intente razonar de alguna manera y exponer alternativas, para que ese fin para el que me estaban preparando no llegara, y para poder solucionar las cosas de la forma más justa y beneficiosa para todos, que además era la más eficaz y productiva. Pero mi error fue el no darme cuenta, que lo que se pretendía no era ser productivos, sino ser destructivos. Y con el tiempo, me dí cuenta de que era imposible destruir mi naturaleza humana, sin destruirme a mi misma. Por supuesto, dejé ese trabajo.
No es una cuestión de ser buenos o malos, sino de ser uno mismo y coherente con lo que uno es. El dejar que por unos euros al mes, una falsa estabilidad, y un montón de promesas falsas, nos conviertan en monstruos que no pueden ni mirarse en el espejo, nos crea no solo una insatisfacción total, un autoenaño enfermizo sino una enfermedad mental muy seria que nos conduce a la transformación de nuestra personalidad. Esta transformación, que nos devuelve ira, egoísmo, envidia, manipulación, obstinación, etc. Es altamente improductiva, si lo miramos fríamente, y si lo miramos desde el corazón, nos convierte en un robot que nada tiene que ver con lo que un día quisimos nosotros ser.
Nos marcamos objetivos en la vida, o bien hacen que nos los marquemos. Quizá estos objetivos, están muy lejos de lo que realmente queremos para nosotros. De lo que soñamos, de lo que ansiamos de verdad en nuestras vidas.
Es difícil cada día, darnos cuenta de que debemos elegir, una y otra vez. Y de que debemos ser muy exigentes y estrictos con nosotros mismos, para seguir el auténtico camino, ese camino que nadie nos marca, pero que nuestro alma sabe cual es. No podemos ni debemos dejarnos engañar por esas personas que constantemente nos venden mentiras. Nos venden una felicidad, que en realidad es frustración. Nos venden una amor, que en realidad es soledad. Nos venden una estabilidad que en realidad es enfermedad.
Cada vez es más difícil no someterse a la sombra, y es más difícil proteger a los seres que amamos de ella. Porque el poder de la sombra es tremendamente alto y eficaz. La sombra, realmente no te da nada, es más, te va devorando por dentro poco a poco hasta que te destruye totalmente. Pero la sociedad favorece a la sombra, nos educan para que nos domine y nos controle. Lo que hace un trabajo muy duro, constante y personal el no dejarnos dominar por ella.
¿Recompensas?. Todas, sino te dejas dominar por las sombra, serás feliz, ¿qué mas quieres?. Sin embargo, conseguir la felicidad no es gratis, no es fácil y no la puedes comprar. Debes luchar cada día con esa sombra, y debes ver la luz dentro de ti mismo. Debes verte a ti mismo, y sentirte orgulloso de lo que eres, no de tu trabajo remunerado, sino de lo que eres en realidad.
A veces las personas a las que amas, son dominadas por la sombra, y es imposible razonar con lo que la sociedad acepta como "normal", cuando en realidad, es algo "enfermizo". Encontrándote de repente como Don Quijote luchando contra los molinos de viento, y haciéndote creer que como no estas dominado por la sombra, eres un enfermo mental y un inadaptado. Sin embargo, la sombra no tiene tanto poder como el dominado por ella cree, la sombra solo es una ilusión, una fantasía que te han creado para que te destruyas a ti mismo. Y con el tiempo, el no estar dominado por ella, te convierte en libre, mientras que el que sucumbe a ella es un esclavo. Eso hace que podamos estar seguros de seguir el camino correcto, y de poder ser fuertes y valientes. Y cuando alguien a quien amamos, vemos devorados por la sombra, poder seguir nuestro camino, ya que sabemos que siempre podremos recuperar a esa persona si descubre que se está matando. Porque nosotros seguiremos vivos para poder salvarla, pero si nos dejamos devorar por la sombra, caeremos sin remedio, y no podremos ayudarnos a nosotros mismos, y menos aún salvar a las personas que amamos.
martes, 13 de septiembre de 2016
domingo, 4 de septiembre de 2016
Amor vs Necesidad
Hay una frase muy famosa, que dio el título a una película, y esa de "¿por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?. Pero en realidad, la cosa no anda por esos derroteros, sería más bien ¿por qué lo llaman amor cuando quieren decir necesidad?.
Muchas parejas en la sociedad actual no están unidas por lazos sentimentales, aunque el autoengaño, les diga que sí. Están unidas por la cobertura de necesidades mutuas, lo que hace que se convierta en vez de una relación amorosa en un contrato pre acordado. Son esas parejas que suelen hablar del otro con el verbo tener en lugar del verbo ser. Empiezan diciendo, mi novio tiene esto, mi novio tiene lo otro... Y les da lo mismo si lo que tienen es inteligencia, dinero, poder o un poderoso miembro viril, el caso es fardar de algo y presumir de la propiedad adquirida. Ya en lugar de amor es un negocio pactado donde poco importan los sentimientos del otro, poco importa su verdadero YO interior, lo único que importa es que te siga satisfaciendo las necesidades egoístas.
Y quizá es por eso por lo que ahora muchas parejas fracasan. Y es que ningún negocio así dura mucho tiempo, porque la diferencia entre el amor y la propiedad es que las cosas nuevas dan felicidad momentánea pero pasan de darla al cabo del tiempo. Mientras que el amor, es algo que lleva dos cosas unidas íntimamente, la felicidad y el dolor. Las personas enamoradas saben que van a sufrir por su pareja, pero que también les hará igual de felices. Las personas con contrato, piensan que solo hay beneficios, y que nunca hay pérdidas, es puro y simple egoísmo egocéntrico, y terminan de destruirse el uno al otro por conflicto de intereses, que la mayoría de las veces tienen que ver con algo material, directa o indirectamente.
Supongo que muchos psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas, dirán que lo que escribo son sandeces, pero quizá deberían mirarse ellos dos veces. En el análisis del amor, se dice muchas veces que dos personas se unen para completar sus necesidades de cariño, afecto, realización, dinero, poder, sexo... Pero en realidad, cuando estas enamorado de verdad, nada de eso te entra en la cabeza, porque nada de eso importa. Lo único que te importa es la felicidad que te da esa persona y la que tu le puedas dar, sentirte bien con ella, acompañado, y que las horas se hagan minutos, los problemas sean llevaderos y las alegrías parezcan eternas. Y cuando no sientes eso, y solo piensas en lo que tu pareja tiene, y lo que tu pareja te puede aportar de forma práctica y material, entonces no estas enamorado, en absoluto, no te engañes y no engañes a otra persona.
Lo que más lamento de estas situaciones, son los daños colaterales. Esos que se producen cuando uno de los dos miembros está enamorado, y piensa que el otro es su complementario, su equilibrio. Mientras que el otro miembro, lo único que quiere tener equilibrado es el balance de caprichos y necesidades bien cubierto. También, están la grandes víctimas, que son los niños. Los hijos de este tipo de parejas sufren toda su vida el desamor de sus padres, porque hasta se huele de lejos. Y finalmente, buscan una relación así, materialista, donde solo haya necesidades cubiertas. Porque aunque tengan la capacidad de enamorarse, o se hayan enamorado alguna vez, no pueden entregarse a nadie, lo que piensan es sí esa persona de la que se enamoran, les puede suplir estas carencias. Lo que les hace muy infelices, y más al pobre desgraciado que pillan para ver como se destruyen así mismos una y otra vez. Porque si tener una relación materialista es lamentable, estar enamorado de verdad y tener en la mente que tu relación debe ser materialista, es el colmo.
Por suerte en mi vida, he conocido muchas parejas que llevan muchos años juntas. Y siempre es porque nada de lo que se dan el uno al otro es material, solo importa el amor en sí mismo, nada más.
Siempre me viene a la mente mi bisabuelo, que estaba tan enamorado de su mujer, que cuando ella falleció, espero la muerte en la cama donde ella murió. Pues para él, la vida ya no era nada, pues ya ella no estaba. Lo malo es que el hombre tardo bastantes años en morir, así que tubo que esperar mucho para reunirse con su amada en el otro lado.
Le dedico este escrito a mi bisabuelo Santiago, por haber amado con todo lo que puede dar el alma y el corazón, por habernos enseñado a todos lo que es el amor verdadero. Gracias a ti, sabemos que sí existe y que no inalcanzable.
Muchas parejas en la sociedad actual no están unidas por lazos sentimentales, aunque el autoengaño, les diga que sí. Están unidas por la cobertura de necesidades mutuas, lo que hace que se convierta en vez de una relación amorosa en un contrato pre acordado. Son esas parejas que suelen hablar del otro con el verbo tener en lugar del verbo ser. Empiezan diciendo, mi novio tiene esto, mi novio tiene lo otro... Y les da lo mismo si lo que tienen es inteligencia, dinero, poder o un poderoso miembro viril, el caso es fardar de algo y presumir de la propiedad adquirida. Ya en lugar de amor es un negocio pactado donde poco importan los sentimientos del otro, poco importa su verdadero YO interior, lo único que importa es que te siga satisfaciendo las necesidades egoístas.
Y quizá es por eso por lo que ahora muchas parejas fracasan. Y es que ningún negocio así dura mucho tiempo, porque la diferencia entre el amor y la propiedad es que las cosas nuevas dan felicidad momentánea pero pasan de darla al cabo del tiempo. Mientras que el amor, es algo que lleva dos cosas unidas íntimamente, la felicidad y el dolor. Las personas enamoradas saben que van a sufrir por su pareja, pero que también les hará igual de felices. Las personas con contrato, piensan que solo hay beneficios, y que nunca hay pérdidas, es puro y simple egoísmo egocéntrico, y terminan de destruirse el uno al otro por conflicto de intereses, que la mayoría de las veces tienen que ver con algo material, directa o indirectamente.
Supongo que muchos psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas, dirán que lo que escribo son sandeces, pero quizá deberían mirarse ellos dos veces. En el análisis del amor, se dice muchas veces que dos personas se unen para completar sus necesidades de cariño, afecto, realización, dinero, poder, sexo... Pero en realidad, cuando estas enamorado de verdad, nada de eso te entra en la cabeza, porque nada de eso importa. Lo único que te importa es la felicidad que te da esa persona y la que tu le puedas dar, sentirte bien con ella, acompañado, y que las horas se hagan minutos, los problemas sean llevaderos y las alegrías parezcan eternas. Y cuando no sientes eso, y solo piensas en lo que tu pareja tiene, y lo que tu pareja te puede aportar de forma práctica y material, entonces no estas enamorado, en absoluto, no te engañes y no engañes a otra persona.
Lo que más lamento de estas situaciones, son los daños colaterales. Esos que se producen cuando uno de los dos miembros está enamorado, y piensa que el otro es su complementario, su equilibrio. Mientras que el otro miembro, lo único que quiere tener equilibrado es el balance de caprichos y necesidades bien cubierto. También, están la grandes víctimas, que son los niños. Los hijos de este tipo de parejas sufren toda su vida el desamor de sus padres, porque hasta se huele de lejos. Y finalmente, buscan una relación así, materialista, donde solo haya necesidades cubiertas. Porque aunque tengan la capacidad de enamorarse, o se hayan enamorado alguna vez, no pueden entregarse a nadie, lo que piensan es sí esa persona de la que se enamoran, les puede suplir estas carencias. Lo que les hace muy infelices, y más al pobre desgraciado que pillan para ver como se destruyen así mismos una y otra vez. Porque si tener una relación materialista es lamentable, estar enamorado de verdad y tener en la mente que tu relación debe ser materialista, es el colmo.
Por suerte en mi vida, he conocido muchas parejas que llevan muchos años juntas. Y siempre es porque nada de lo que se dan el uno al otro es material, solo importa el amor en sí mismo, nada más.
Siempre me viene a la mente mi bisabuelo, que estaba tan enamorado de su mujer, que cuando ella falleció, espero la muerte en la cama donde ella murió. Pues para él, la vida ya no era nada, pues ya ella no estaba. Lo malo es que el hombre tardo bastantes años en morir, así que tubo que esperar mucho para reunirse con su amada en el otro lado.
Le dedico este escrito a mi bisabuelo Santiago, por haber amado con todo lo que puede dar el alma y el corazón, por habernos enseñado a todos lo que es el amor verdadero. Gracias a ti, sabemos que sí existe y que no inalcanzable.
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