Los juegos de azar son solo eso, juegos. Cuando apostamos sube nuestro nivel de adrenalina, el peligro de ganar o perder aumenta la excitación del jugador. Lo que me pregunto es si todos nos enfrentamos al juego con la madurez que se requiere.
¿Debería controlarse el juego?¿Debería prohibirse el juego a personas con pocos recursos o con ludopatía?¿Debería ilegalizarse la publicidad de los juegos de azar?¿Debería reducirse el juego a lugares alejados de la ciudadanía para no crear conflictos educacionales y para favorecer los tratamientos de ludopatía? ¿Existe un beneficio económico que solapa la salud pública a favor del juego?¿Existe una educación en el juego como ha existido una educación en las drogas?¿Se están aprovechando las empresas que se dedican a las apuestas, de la debilidad económica de los ciudadanos?¿Existe alguna defensa del ciudadano ante las estafas en los juegos de azar?¿Hay una regulación frente a los fraudes que se dan en las apuestas y juegos de azar?¿Se está protegiendo al menor dando a entender que los juegos de azar y las apuestas, son algo natural y no algo perjudicial para su formación como individuo?
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