Hoy es día de selecciones generales. "La fiesta de la democracia" como la llaman algunos. Pero esta vez es muy diferente a las anteriores porque nos "jugamos" algo que otras veces lo hemos hecho, sin darnos cuenta, pero esta vez las consecuencias pueden ser mil veces más nefastas, si nos equivocamos de papeleta, o decidimos no ir a votar.
Hoy decidimos la paz del país. Así de claro y así de tajante.
Solo un presidente en España dijo NO a mandar tropas españolas a conflictos que les interesaba al gran capital, y lo pago muy caro, convirtiéndose en marioneta de empresarios, y siendo criticado duramente por todos los medios de comunicación a partir de entonces. Pero ahora, tenemos muy claro quién NO va entrar en esta guerra occidente contra oriente próximo, quién no va a provocar una guerra entre hermanos, entre personas de la misma cultura y que son compañeros de historia y religión desde hace miles de años.
Yo voy a votar a estos Jóvenes Buscando Trabajo, que han prometido mucho, como prometemos los jóvenes, va en nuestro ser tener esperanza e ilusión. Pero que yo tengo claro que si no quiero tirar mi voto a la basura, si quiero participar en esto y decir NO a la guerra, tengo que ir hoy a votar por la paz.
Yo vivo en un país multicultural, que enriquece a la sociedad con su presencia como los nutrientes enriquecer la tierra para que crezcan las plantas. Nuestra cultura es rica, por ser hija de mil culturas diferentes, y saber respetar y valorar todas y cada una de ellas. Y quién piense que cualquier persona que no sea físicamente como uno, no hable el mismo idioma que uno, y sus abuelos no hayan nacido en el mismo lugar que uno, es diferente, entonces esta persona está ciega, sorda, y a perdido la razón.
Cuando yo era pequeña, y no conocía a personas de raza o etnia diferente a la mía, tenía muchos tópicos en la cabeza. Pero todos esos tópicos infantiles, que a saber de donde me vinieron, fueron desapareciendo.
Por ejemplo, cuando era una niña, las monjas me dieron a leer un libro que hablaba sobre "los negros", que yo no había visto uno en mi vida. Según el libro parecía ser que vivían medio desnudos en tribus de África y que eran bastante ignorantes y bastante brutos. Por suerte, en sexto de EGB, y no se muy bien como, llego a nuestra clase la única chica "negra", de todo el colegio. Vivía a 10 minutos de la casa de mis padres, en una casa muy parecida a la de ellos, es super educada, habla como yo y va vestida como yo,
También me pasó con un gitano, mi tía hizo que hablara con él, diciéndome así - este hombre es un buen hombre, que se gana la vida honradamente -. Y así el gitano estuvo explicándome todo lo que pudo para que yo no odiara a su gente ni a su raza, y para que entendiera porque viven muchos gitanos como viven, pero que otros, como él, no se diferencian en nada del resto de los humanos.
Como es lógico también he conocido americanos, que más tenían ellos en contra mía que yo en contra suya, pero esta bien saber que alguien fue educado para odiarte, y sin embargo al conocerte, te quiere.
Llegaron los musulmanes, sí, estos a pesar de que yo no tenía tampoco mucho conocimiento ni de oídas de ellos. Sí tenía varias razones en contra. La primera es que apoyaron a las tropas de Francisco Franco, en su masacre de españoles por España, y la segunda es su fama de machistas mata mujeres. Pero nada de eso impidió que mi curiosidad no me permitiera hablar con musulmanes, para conocer si los tópicos de ellos eran ciertos como con los "negros" y los gitanos. Y ahora me doy cuenta que todos los "cristianos" necesitamos tener contacto con los musulmanes, hablar con ellos he interactuar con ellos, porque si no lo hacemos no entenderemos nuestra propia cultura, ni la verdad que se esconde tras lo que hoy se ha impuesto como religión en el mundo occidental.
Y no menos importante, y ya acabo con ellos. Están los asiáticos. Por suerte, también puedo decir que me sale una sonrisa cuando oigo aún hoy hablar sobre China y los chinos, en los medios de comunicación. Porque hablan de ellos como si fueran extraterrestres, como si no fueran personas iguales a nosotros con un pensamiento ético y moral, muy parecido al nuestro.
Por eso hoy, 20 de diciembre del 2015, voy a votar por esos jóvenes que como yo buscan un futuro mejor, tanto para ellos como para el resto de ciudadanos a los que no solo representan, sino que además, trabajarán para ellos, por y con ellos.
Hoy voy a votar a los JBT, porque si no los voto, probablemente, todo lo que he contado aquí, se convierta en vez de en amor en odio. Y por las calles de las ciudades españolas, si los JBT no lo impiden, veré a gente corriendo, huyendo de la miseria y del dolor, y yo entre ellos.
Hoy voy a votar por la paz, la esperanza y la libertad.
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