Noticias que no son noticia, guerras cruentas que parece que no interesan a la prensa, aviones que se estrellan sin motivo aparente, drones que dicen que son ovnis para no dar explicaciones a la población...
La misteriosa guerra invisible que hace que de un día para otro halla una batalla campal en un país que el día anterior disfrutaba de un apacible paz, es lo que sucede ahora mismo en nuestro planeta.
Esto es real, pero no parece que tengamos que asustarnos en exceso. Parece que debemos preocuparnos más por los problemas financieros de grandes multinacionales; petroleras, farmacéuticas, etc. Y que las guerras y problemas están muy lejos de nuestro adorable hogar.
Y también está la técnica del miedo. Esa que llega al absurdo, como puede ser que un país se prepare para fabricar una bomba atómica, o que otro sobrevuele las fronteras ajenas con pequeños robots alados.
Yo lo que me pregunto es por qué. ¿Por qué estamos en peligro? ¿De quién somos enemigos?¿Por qué tenemos que tener miedo a un atentado terrorista?¿Qué hemos hecho nosotros o qué estamos haciendo y por qué?
El destino de nuestro país, está en las peligrosas manos de empresas psicópatas, pero las víctimas no son ni serán sus propietarios, sino nosotros.
El pueblo, aunque ignorante de la actitud maquiavélica de sus gobernantes, el pueblo que no decide sobre las muertes y las torturas a personas totalmente inocentes, el pueblo es víctima aunque no verdugo de su propia dejadez.
Estamos mirando para el suelo, mientras la fría cuchilla de la guillotina cae sobre nuestras cabezas.
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