Translate

jueves, 31 de agosto de 2017

Psicopatocracia, el gobierno del terror

Desde hace 5 años, es decir, desde el 2012. España está sumergida en un constante acoso por parte del gobierno y los medios de comunicación que ha provocado una sociedad enferma en estado constante de paranoia y agresividad. Además, existe un refuerzo de este estado psicológico, por el aumento de la imposición de conductas psicopáticas y la ya sabida aceptación de las mismas como conductas de éxito e inteligencia. Cuando de sobra es sabido que la psicopatía es un síntoma de estupidez y egoísmo que no lleva a ningún sitio en ninguna sociedad, y que es la causante de la caída de imperios y civilizaciones enteras.
La psicopatocracia actual consiste en un acoso constante a los ciudadanos. Se les provoca un estado de ansiedad constante, y miedo. Se les maltrata psicológicamente las 24 horas del día en cualquier ámbito de la vida y la persona termina por acostumbrarse y aceptar este maltrato como normal, hasta el punto de sufrir un síndrome de Estocolmo.
De sobra son conocidos los casos de corrupción política, y también muchos somos conscientes que la culpa de la caída económica del país no es solo la mala administración sino también de las grandes empresas y el consumo de productos que empobrecen nos solo nuestros bolsillos, sino que además son los causantes del paro, el malestar social, la agresividad, la falta de ética y moral, etc. Pero este factor pasa desapercibido porque el marketing constante y la falta de denuncia a estas empresas y sus malas prácticas, hace que el pueblo este idiotizado, psicológicamente hipnotizado y pensando que vive en una abundancia que en realidad es carencia. En una estabilidad social, que en realidad es una guerra. En un progreso técnico y social, que en realidad es un retroceso alarmante, etc.
Entre las empresas dañinas, no solo podemos citar las grandes empresas textiles, farmacéuticas, cosméticas, alimentarias... Además tenemos que tener en cuenta las empresas que se encargan de crear un opinión y del lavado de cerebro de la población. Entre ellas, por supuesto, podemos encontrar las empresas de medios audiovisuales, donde marcan esas pautas anómalas como la aceptables, en películas, series, programas de televisión, etc. Y como no podía ser de otra forma, para cerrar el lavado de cerebro y no escaparnos de ninguna de las maneras, tenemos el mercado del ocio. Este mercado incluye la redes sociales, los viajes turísticos sin contacto real con nadie del país que visitas, o los deportes de riesgo que terminan no solo con el embrutecimiento mental por la forma en que llegan a él sus nuevos y aborregados practicantes, sino que muchas veces terminan con la vida de los mismos.
Pero todo esto, con un poco de análisis y alejamiento de esta toxicidad, puede observarlo cualquier ciudadano. El problema es como salir de ahí antes que este grave problema se convierta en una guerra sangrienta.
Los atentados del 17 de agosto han sido una muestra del nivel de paranoia y psicopática que ha alcanzado la ciudadanía. Pero por supuesto, la psicopatocracia no ha desaprovechado la oportunidad para destruir y maltratar más a sus ciudadanos. En un momento de shock emocional, donde toda la ciudadanía estaba destrozada por la muerte de sus compatriotas, que más que ser un sentimiento nacional, es un sentimiento familiar. Se bombardeo, y se sigue bombardeando. Con un constante discurso político a favor o en contra del pueblo catalán y de sus ciudadanos. Por un lado, dentro de Cataluña, se recomienda el alejamiento del resto de país porque somos no gratos, y les odiamos. Por el otro, desde Madrid, se informa de la soberbia del pueblo catalán que no tiene en consideración al resto del país ni sus ciudadanos. Este odio se genera por algo, porque en realidad el ciudadano de a pie no tiene nada en contra de nadie, sino le ha hecho ningún daño personalmente. Así que la estrategia de acoso, las mentiras constantes, la manipulación de la información, y hacerle creer al ciudadano que está siendo atacado cuando realmente no es así. Hacen un caldo de cultivo muy peligroso que solo beneficia al que lo está provocando, pero al pueblo que lo está pagando con su salud física y mental, desde luego que no beneficia nada.
En otro momento de mi vida, hubiese recomendado, lo que es la primera opción y es evitar todo esto en nuestras vidas. Sin embargo, actualmente debo informarme para no ser víctima de la psicopatocracia. Por esta razón, lo que hago es seleccionar muy meticulosamente todo lo que veo, leo y oigo. Contrasto muchas informaciones, y hablo con muchas personas diferentes. Y sobre todo, no prejuzgo a la gente, porque sé que la manipulación también me puede afectar a mi en cualquier momento, y volverme una marioneta de la psicopatocracia sin darme cuenta. Es decir, pensando que estoy luchando contra algo, lo estoy favoreciendo. Pensando que estoy ayudando a alguien le estoy hundiendo.
El mayor problema que hay, no es solo que seamos pocos los que sabemos esto, sino que además, el tiempo corre en nuestra contra. Porque yo he tardado 5 años en escribir esto, es decir, que ellos ya tiene toda la plantación lista para recoger el fruto y yo no voy a llegar a tiempo para quemar toda la cosecha antes de su recolección. Por tanto, el tiempo juega un factor en contra muy importante, y realmente, me parece muy complicado que lleguemos a despertar a todo el mundo. Y si no los despertamos, corremos el riesgo de tener un vecino que hace unos años era una persona amable y cariñosa y ahora es un verdadero psicópata capaz de matarnos a nosotros y a toda nuestra familia, si le cabrean suficiente los psicópatas que están promoviendo y financiando todo esto.
Alguien podría pensar, leyendo esto, que hay que ser muy estúpido para favorecer la propia extinción de un país entero, pero estoy escribiendo sobre psicópatas. no son inteligentes. Su instinto de supervivencia está atrofiado, piensan en sobrevivir ellos, con la estúpida idea que pueden eliminar al resto y seguir vivos, y claramente no es así en absoluto.

No hay comentarios: