Las sociedades secretas son eso, secretas. Así pues, no conocemos de forma pública su existencia. Pero si existen los clubs. Un club se forma con la intención de generar un grupo de personas que traficaran con información privilegiada y con su influencia. Este grupo, genera a los pertenecientes del mismo, una gran cantidad de beneficios, y sobre todo, una distinción elitista frente a otros clubs.
Este mecanismo es muy antiguo, y se mueve exactamente igual que los pequeños grupos de no más de cinco miembros, que controlaban y gestionaban un área del recreo. En mi colegio estaban; las que controlaban la comba, las de los columpios, lo niños del balón de futbol, y los del baloncesto. Por otro lado, estaban los que manejaban el control de la sombra junto a la virgen, que se dedicaban ha hacer juegos de chapas y canicas. Todos ellos eran club cerrados en lo que era difícilmente acceder, tenías que dar algo a cambio para pertenecer al club, y mientras formabas parte de él, podías jugar y te servias de los beneficios que el clubs selecto te proporcionaba. Si salias del club, los perdías, y ya no se acordaban ni de saludarte en el recreo. Yo he pertenecido a todos estos clubs, y algunos más, todos eran igual de aburridos al cambo del tiempo, por su monotonía, así que los terminaba abandonando por falta de innovación.
Por esta razón, estoy totalmente segura de que los clubs de adultos son peores, más aburridos y peligrosos que los de los niños. Y además con más peligros que beneficios.
Tengo muy claro que he formado mi propio club, en el cual todo el mundo puede pertenecer, siempre y cuando sea buena gente y no haga daño a nadie. Y sé que es el mejor, porque no tiene miedo a las innovaciones, no tienes que dar nada a cambio para pertenecer a él y además no existe tráfico de influencias ni peligros, ni beneficios. Solo hay garantía de buen rollo y amistad, qué más se puede pedir.
Voy a ver si me reúno con el distinguido club de mis amigos y familiares, y paso una buena tarde. Os aconsejo que hagáis lo mismo.
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