Translate

viernes, 4 de noviembre de 2016

Guerra de sexos

¿Estamos en medio de una guerra de sexos?

Como en otras ocasiones, debo aclarar que siempre he tenido la suerte de ser bastante abierta y tolerante a lo que las relaciones sexuales y el sexo se refiere. Es decir, que yo me escandalizo en ningún momento por ningún tipo de práctica sexual, ni de tendencia, en absoluto. Lo que quiero exponer es algo muy distinto a las diferentes opciones de cómo, con quién y cuándo practicar sexo.
No tengo ni la más remota idea de cómo ha comenzado esto, sí me temo que es algo que empezó hace ya más de 5 años, y que cada vez va a peor. Probablemente tenga que ver el porno gratuito que se exhibe en Internet, que hay que recordar que en el porno, sean o no sean profesionales, los que aparecen están actuando, están dando un espectáculo que no tiene uno porque reproducirlo tal cual lo ve, con su pareja. Y probablemente, también tenga que ver, lo pesados que son una y otra vez, con darle una importancia vital a la práctica sexual como si de ello dependiera nuestra vida.
Para mí es algo placentero donde una o más personas disfrutan de su práctica, así que cuando alguien empieza a obsesionarse o a querer competir con los actores que ve en los vídeos porno, empieza a tener un problemilla, que si tiene pareja se lo va a contagiar a esta. No me refiero a que no se prueben cosas nuevas, en absoluto, lo que me refiero es a la obsesión por competir en lo que sea.
Por otro lado, y ya lo he comentado en otras ocasiones, las mujeres nos hemos convertido en floreros silenciosos que debemos ser sumisas y aceptar sin decir nada, todo lo que se nos proponga. Casi parece que somos como muñequitas hinchables con la boca y demás agujeros dispuestos a lo que venga. Y muchas mujeres, temiendo que sus parejas no las acepten, se dejan llevar aunque luego las suponga graves trastornos mentales, porque si te niegas o si no quieres hacer algo, eres una estrecha o no estas abierta a cosas nuevas. Claro, que tu dile a tu pareja masculina, que quieres probar con algo que a él no le agrada, que el NO es rotundo y sin discusión. Es decir, que el machismo se ha instaurado como si fuera una libertad sexual, cuando en realidad es una depravación machista, que manipulada por los medios, no es una opción libre de práctica sexual, sino una moda que muchos se autoimponen y que imponen a sus respectivas parejas. Para mí es lo mismo, que cuando se puso de moda aumentarse el pecho hasta la deformidad absoluta, nada hermoso ni estético para la mujer, y menos aun saludable, solo hay que recordar los casos de cáncer de mama y demás problemas en mujeres operadas. O como ahora, que se ha impuesto el culo superlativo, que tampoco es que sea muy sano que digamos tener un trasero de proporciones astronómicas, sobre todo porque no hay músculo de ese tamaño, así que me imagino que un gran porcentaje es grasa que acumulada en esa zona, va a costar mucho esfuerzo eliminar.
Les voy a poner un ejemplo que me pasó el otro día. Estaba en twitter y veo un artículo que dice algo así como "pierde el miedo al sexo anal, aquí te contamos cómo". Pero este artículo no iba para ambos sexos, solo era para que las mujeres perdamos el miedo al sexo anal, es decir, que los hombres heterosexuales deben de tener un cartel que pone "aquí ni de coña", mientras que las mujeres nos debemos poner otro que diga "me entra hasta la botella de cerveza".  ¿Pero es que estamos todos locos, o qué?. Toda esta indignación a acabado en este escrito que surge a raíz de una noticia que he leído y que me ha puesto los pelos de punta.
Un violador, no se le ocurre mejor cosa que hacer, que escribir una carta a su víctima diciéndole textualmente "yo nunca haría daño a una mujer". Vamos, que ya el tipo es tan demente, que considera que lo que ha hecho es algo "normal", "sano", "natural".
Por eso cada vez veo más claro que se esta cociendo una guerra de sexos, porque como no vamos a volvernos todas lesbianas, lo normal es que en algún momento hagamos algo para parar esto, porque claro está, el porno y la libertad sexual no se va a censurar ni controlar, y el que muchos consumidores terminen desquiciados por su consumo, que eso dependerá de lo débil mental que sea el que lo consume claro, pues ya tenemos todos los ingredientes para tener un serio problema, y esta vez sí es sexual.
Ya una vez en la historia, unas mujeres decidieron no tener sexo con sus parejas para que estos no fueran a la guerra, así que esta vez, yo creo que si no nos queremos quedar a dos velitas, vamos a tener que cambiar un poquito antes de que la cosa se ponga más seria. Y aunque alguno le suene a amenaza, es más bien una advertencia, porque hay que recordar que en la practica heterosexual, las mujeres solemos participar, así que habrá que contar con nosotras, digo yo.

Dejo el link para quien le interese leer el artículo del Huffington Post, del 22 de noviembre, titulado "Uno de los presuntos violadores de San Fermín escribe una carta a la víctima". La noticia no es actual, pero de estas cosas siempre me entero tarde, por suerte.

Si quiere oír otra opinión sobre la influencia nociva del porno gratuito en nuestra vida sexual, vea el programa 472 de Cuarto Milenio, donde al final en las reflexiones Iker Jimenez, les cuenta sus sospechas sobre el tema. Al menos, me queda pensar, que no es cosa solo de mujeres el pensar que algo anda mal, en este asunto.


No hay comentarios: